El número de los muertos en el atentado cometido en la sala de conciertos Crocus City Hall, a las afueras de Moscú, ha ascendido a 133 personas, informó hoy el Comité de Instrucción Ruso.
Según el gobernador de la región de Moscú, Andréi Vorobióv, una veintena de cuerpos fueron hallados entre los escombros del edificio atacado en la ciudad de Krasnogorsk, en el noroeste de la capital rusa.
“Otros 20 cuerpos fueron encontrados bajo los escombros. Los trabajos continuarán al menos durante unos días más“, escribió Vorovióv en Telegram.
El gobernador también informó de que había visitado el lugar de la tragedia y advirtió que el número de las víctimas mortales “aumentará considerablemente” conforme avanzan las labores de búsqueda y rescate.
Previamente, las autoridades habían informado de 93 muertos en el atentado en Crocus City Hall, uno de los mayores en la historia moderna de Rusia.
Según los investigadores rusos, la causa de la muerte de los asistentes al concierto, en el que se produjo la tragedia, son heridas de bala y la asfixia por el humo del incendio provocado por los atacantes.
El Servicio Federal de Seguridad (FSB) informó de la detención de once personas en relación con el atentado.
Entre los detenidos se encuentran cuatro terroristas que participaron personalmente en el ataque, según informó el director del FSB, Alexandr Bórtnikov, al presidente ruso, Vladímir Putin.
Los sospechosos, que ofrecieron resistencia, fueron detenidos en una carretera de la región de Briansk, fronteriza con Ucrania.
De acuerdo con los servicios de seguridad rusos, los terroristas pretendían cruzar la frontera hacia Ucrania y mantenían “contactos” con representantes de ese país.
Actualmente, en los hospitales de Moscú y la región de Moscú se encuentran 107 heridos en el atentado, que fue reivindicado anoche por el Estado Islámico.
De acuerdo con fuentes médicas, 44 personas se encuentran en estado grave y otras 16 víctimas, entre ellas un niño, en estado “muy grave”.