Mtro. Edgard González Suárez
En dos semanas tendremos elecciones en 6 estados de la república mexicana, Aguascalientes, Tamaulipas, Durango, Hidalgo, Oaxaca, y Quintana Roo, ellos marcan la aduana, de este año, antes de las de Coahuila y Estado de México que se realizarán en 2023, un año decisivo por ser el año previo a la elección federal presidencial del año 2024.
En el panorama estrictamente electoral la batalla parece estar dominada por los candidatos de la coalición encabezada por Morena, en su visión más optimista, Morena podría ganar las seis gubernaturas, pero en su visión más realista, parecería tener casi aseguradas 4 y dos (Aguascalientes y Durango) en franca disputa. Y digo “casi” por que de todos es bien sabido que nunca faltan imponderables de todo tipo y que pueden hacer estragos en las intenciones de voto más sólidas.
En el terreno electoral entonces MORENA, el partido del presidente parece haber consolidado sus principales fichas y haber hecho las negociaciones sectoriales en cada entidad, y solo queda llegar al día de la elección y refrendar con votos a las nuevas hegemonías que se entronizaran en cada entidad federativa.
Solo traigo dos ejemplos para ilustrar mi punto.
En Hidalgo, por ejemplo, la coalición Nueva Alianza lleva a la cabeza a Julio Menchaca quien trae una preferencia del 47.1% del electorado, y Carolina Viggiano, candidata del PRI, PAN y PRD, trae una intención de voto de 29.1%. Aquí, podemos observar la disputa entre dos coaliciones de partidos, pero también la división de la antigua coalición gobernante dentro del PRI y las adhesiones de dos familias políticas a dos proyectos distintos. Por un lado, es evidente la fractura del PRI, quien ha dividido su amor, por un lado, el CEN apoya a Viggiano -esposa de Rubén Moreira- y está decidido a jugarse todo su capital político en la oposición radical a Morena y los que quedaron fuera y huérfanos ideológicos del anterior régimen, pero que mantienen las correas de control en el aparato administrativo del estado y en los distinto distritos electorales, y quieren mantenerse a flote, garantizar su sobrevivencia y que ya mostraron, en distintos actos de campaña, su amor a la Coalición encabezada por Morena.
Esta claro que la ruptura del PRI, quien gobierna hidalgo desde hace 93 años, ha generado dos proyectos. Uno está decidido a “sumarse” a MORENA y transitar, en esta nueva etapa política, acompañando al candidato de Morena, para cohabitar con esta nueva correlación de fuerzas dentro del país y del estado; y otro, que presentó a una candidata de la Coalición financiada por Claudio X. González, y que espera obtener algunos réditos electorales para meter los dos pies en el proyecto de la derecha mexicana para el 2024.
En Durango, la oligarquía política del estado ha tenido sus manos y piernas metidas tanto en el PRI como en PAN, partidos que se han prestado la gubernatura en los últimos 30 años. Por ello, no es de extrañar, que esta oligarquía se presente unida, a través de la coalición de Claudio X. González, y lleve como candidato a la gubernatura a Esteban Villegas, quien aún y siendo de extracción priísta, no duda en parafrasear y citar a Manuel Gómez Morin, ideólogo del panismo tradicional. Y también ahí, se puede notar la ruptura del PRI, el CEN y su proyecto de sobrevivencia electoral para el 2024, y nuevamente los desplazados de siempre, que ahora ven como más fructífera la alianza con Morena parece están dando apoyo y fuerza electoral al Morenismo en ese estado del Norte de la república. Ahí los MORENOS empezaron cuesta arriba, sobre todo, si tomamos en cuenta la presencia y colonización del estado y municipios de operadores del PRI y del PAN, sin embargo, en las últimas encuestas, incluidas las del Universal, parece haber una disputa muy cerrada entre Esteban Villegas de la Coalición de Claudio X. González y Alma Marina Vitela, de la Coalición electoral de MORENA.
Lo que veremos es como masas importantes de electores están transitando su voto hacia las Coaliciones estatales encabezadas por MORENA; vamos a ver que tanto ajuste y control tiene Alejandro Moreno, presidente del CEN, para darle densidad y trayectoria a lo que le queda del PRI; vamos a ver si las Coaliciones financiadas por Claudio X. González y las oligarquías locales son capaces de articular auténticos y unitarios desafíos electorales; y vamos a ver cómo, de salir derrotada la oposición, tendrá que remar nuevamente en contra de la corriente hegemónica y dominante en más de 25 estados de la república, y prepararse para una eventual derrota en 2024.
