Mtro. Edgard González Suárez
La izquierda Mexicana, como todas las izquierdas, mantiene distintos enfoques, métodos de lucha y objetivos políticos, lo que hace que se agrupe en distintos foros, grupos, coaliciones o corrientes con distintos tonos y focos de interés, bajo un determinado entramado de formas de pensar, de sentir y de ser de izquierda. Por definición sociológica, la izquierda representa el movimiento social y político que defiende la igualdad, la redistribución de la riqueza, y lucha a favor del mejoramiento económico y político de las clases más desfavorecidas. En contra posición, la derecha, representa al movimiento político y social que favorece la libertad individual, la concentración de la riqueza y de los privilegios derivados de ella, y se constituye, también en varios grupos y tendencias a favor de las clases más empoderadas y privilegiadas del espacio social.
En principio, entonces Jorge, deberíamos referirnos a las izquierdas, y a las derechas también. Pero la coalición MORENISTA es precisamente el intento político de construir una concurrencia de las distintas tonalidades de la izquierda en un movimiento, un programa y un liderazgo. En medio de toda esa diversidad, lo más coherente posible.
En esta lógica yo observo por lo menos tres tendencias de las izquierdas acompañando a Lopez Obrador en su proyecto de Transformación. Cabría aclarar que el movimiento organizado por López Obrador y constituido como MORENA, no es sino una gran coalición de grupos, corrientes, partidos, movimientos de izquierda que empujan las líneas generales de ese proyecto de transformación. Además de esas tres grandes corrientes que confluyen en MORENA, hay otras que militan fuera, a través de los movimientos civiles, e incluso una que lo combate o se opone a ese proyecto, como es el EZLN.
- Una izquierda sistémica de corte reformista, moderada, que pretende ampliar derechos, abatir la desigualdad, pero manteniendo las principales virtudes de nuestro sistema político, la democracia representativa, la división de poderes, el presidencialismo como forma de gobierno, la propiedad privada y los derechos sociales, etc. Es decir, una izquierda técnica y de centro democrático, liberal progresista y/o social-demócrata.
- Una izquierda social-popular de corte movilizador, que presiona por cambios sustanciales del sistema, que no solo quiere expandir derechos y abatir la desigualdad, sino hacer cambios societales a partir de la acción y formas organizativas democráticas, horizontales y populares. Es decir, la izquierda de abajo, de las bases y los trabajadores. Que no necesariamente están en la lógica de los partidos políticos, que viven la lucha más bien en la movilización y la organización popular.
- Una izquierda no siempre entusiasmada con el López Obradorismo, pero que apoya ciertas causas, de corte transversal y que exige reformas específicas, de orden anti-sistémico y de beneficio directo a determinados estamentos de la complejidad social: Ecologismo, Feminismo, Homosexualismo, Discapacitados, etc. Una izquierda de sectores o para sectores.
Y finalmente…
- Una izquierda antisistémica de corte moral e incluso opositor, que pretende una sociedad ideal, instaurar un paraíso social, y que pretende enfrentarse al imperialismo de frente y de una vez por todas, y si no, “que no se metan con nosotros”, como lo sostiene el EZLN, y sus tendencias Antiglobalistas, y defensa de las culturas milenarias y por supuesto al Indigenismo, y aquí cabrían toda clase de Anarcojuveniles, contraculturales y grupos de resistencia.
Luego entonces, las disputas en MORENA son disputas entre las distintas facciones que aspiran a mantener la prevalencia política en las cámaras, de los ministerios del Gobierno, de los principales programas sociales y de las principales organizaciones sociales y civiles. Es un Proyecto Alternativo de Gestión Económica y Política que pretende consolidar cambios en el régimen político para deshacer los nichos del neoliberalismo, para recuperar la soberanía Nacional y Popular y haga valer las formulaciones más progresistas de la Constitución emanada de la Revolución Mexicana.
Dos ventajas tiene MORENA, en este momento. Ha sido capaz de mantener el rumbo del país, y los principales dispositivos de control político. Y además ha sido capaz de negociar unificadamente con la derecha política y partidaria.
MORENA confeccionó un proyecto Constitucionalista que defiende la propiedad privada, pero que piensa al Estado como regulador eficaz de las actividades económicas y monopólicas, para abatir la brecha entre riqueza y pobreza. Un sistema más democrático, plural y participativo, y un defensor de las causas populares y de más derechos ciudadanos.
En tres semanas asistiremos a ver, si en estos tres años, ha podido mantener la simpatía, el apoyo político y moral y sigue estando en el corazón y mente de los ciudadanos. Por lo pronto, las campañas electorales arrecían.
Estamos en espera de los resultados.