SpaceX lanzó su enorme cohete Starship el domingo en su prueba de vuelo más audaz hasta la fecha, y atrapó con brazos mecánicos el propulsor que regresó a la plataforma.
Con casi 121 metros de altura, Starship despegó al amanecer desde la punta sur de Texas cerca de la frontera con México. Trazó un arco sobre el Golfo de México, igual que los cuatro Starships anteriores antes de quedar destruidos, poco después de despegar o hundidos en el mar. El último, en junio, fue el más exitoso hasta la fecha, ya que completó el vuelo sin explotar.
En esta ocasión, el fundador y director general de SpaceX, Elon Musk, aumentó el desafío y el riesgo. La empresa aterrizó el propulsor de la primera fase en la plataforma desde la que despegó siete minutos antes. La torre de lanzamiento tenía monstruosos brazos metálicos, conocidos como palillos chinos, que atraparon al propulsor de 71 metros mientras descendía.
“¡La torre ha atrapado al cohete!”, publicó Musk en X.
Los empleados de la empresa gritaron de alegría mientras el propulsor lentamente se dejaba caer en los brazos de la torre de lanzamiento.
“Incluso en esta época, lo que acabamos de ver es magia”, expresó Dan Huot de SpaceX cerca del sitio de lanzamiento. “Estoy temblando en este momento”.
Fuente: El Financiero