Dr. Jeremías Zúñiga Mezano
La irrupción de la Inteligencia Artificial Generativa (IAG) en el mercado laboral ha despertado tanto entusiasmo como preocupación. Según un estudio reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), más de 20 millones de empleos en México están en riesgo debido a la implementación de esta tecnología. Esto representa aproximadamente el 35% de los empleos formales en el país. La OIT señala que la mayoría de las empresas y los trabajadores en México no se han actualizado ni han adquirido los conocimientos y habilidades necesarios para enfrentar los cambios tecnológicos que están transformando la humanidad.
La adopción de la IAG no necesariamente implicará la desaparición de empleos. En muchos casos, los trabajos se transformarán, y surgirán nuevas oportunidades laborales. Sin embargo, también es cierto que habrá empleos que desaparecerán debido a la automatización. La clave para mitigar los efectos negativos de esta transición radica en el desarrollo de conocimientos y habilidades que permitan a los trabajadores ser competitivos y elevar su productividad.
En el pasado, la automatización ha reemplazado trabajos repetitivos y mal remunerados. Hoy, la IAG amenaza con impactar empleos bien pagados de todo tipo de trabajadores. Esto acrecentará las desigualdades económicas. Para evitar este escenario, es necesario que tanto empresas como trabajadores inviertan en la actualización de sus competencias.
México enfrenta un desafío adicional: la brecha digital. A pesar de que los mexicanos destinan en promedio 3 horas y 29 minutos al consumo de redes sociales y más de 8 horas frente a una computadora, tableta o teléfono inteligente, este tiempo no se está utilizando de manera productiva para adquirir nuevas habilidades. La mayoría de los trabajadores no están aprovechando las oportunidades que ofrece la tecnología para mejorar su educación y capacitación.
La solución no es sencilla, pero es clara: necesitamos destinar parte de ese tiempo a desarrollar conocimientos, habilidades y nuevas aptitudes. Invertir en educación es esencial. La educación es la mejor inversión que podemos hacer, ya que lo que aprendemos nadie nos lo puede quitar. El mundo cambia rápidamente, y debemos estar un paso adelante para ser competitivos, mantener nuestro estilo de vida y proporcionar el sustento necesario a nuestras familias.
Para lograr esto, es fundamental que tanto las autoridades como las empresas implementen programas de aprendizaje permanente. Estos programas deben estar diseñados para que los trabajadores puedan reforzar y desarrollar competencias que les permitan impulsar la productividad y la creatividad a través de la IAG. Asimismo, es necesario mejorar la infraestructura digital para fomentar una mayor adopción de tecnologías y mejorar los sistemas de protección social para hacer frente a estas transiciones.
Como dijo William Maloney, economista en jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, “cuando se despliegan de manera sostenible, las tecnologías digitales, incluida la IAG, pueden aumentar la productividad y la creación de más y mejores empleos”. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, es vital que los países de la región inviertan en conectividad y habilidades, al tiempo que fortalecen los sistemas de protección social para garantizar que nadie se quede atrás.
En este sentido se puede afirmar que, la inteligencia artificial generativa representa tanto una amenaza como una oportunidad para el mercado laboral mexicano. La clave está en cómo respondamos a esta transformación. Debemos invertir tiempo y recursos en educación y capacitación para ser más inteligentes, competitivos y preparados. Solo así podremos enfrentar los desafíos del futuro y convertirnos en un buen ejemplo para nuestros hijos, colaboradores y toda nuestra comunidad.
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