Edgard González Suárez
La semana pasada fue en los hechos la peor semana para la oposición política al régimen de la 4T, y no me refiero a los intentos y chicanadas jurídicas que pretendieron hacer para boicotear la representación plurinominal de morena en el Congreso, ni al intento fallido para obligar al tribunal electoral de la federación a integrar o incorporar a los miembros que hacen falta. No, esas acciones políticas, disfrazadas de jurídicas, simplemente fracasaron.
Me refiero a por lo menos 4 eventos que marcaron no solo la derrota política de la oposición sino su derrota ideológica y estratégica. Veamos.
1) Pudimos presenciar en redes sociales el enorme diferendo político entre el calderonismo (Javier Lozano) y el creelismo (Marko Cortés) por llegar a determinar las causas de la derrota política del PAN el pasado 2 de junio, y en la declarada batalla por la dirigencia del PAN, se colocarán por lo menos a tres líneas ideológicas dentro de ese partido: a) el pragmatismo ideológico ligado a las empresas transnacionales -españolas principalmente- que defienden a capa y espada los Calderonistas; b) El principismo democrático-conservador, defensor de la democracia liberal y los valores tradicionales como la familia, la propiedad privada y la meritocracia bien educada, que ahora representa Marko Cortés y Santiago Creel, y c) los reformistas de centro derecha que ven al partido metido en un embrollo ideológico y estratégico al ser incapaz de ciudadanizarse y acercarse declarada y activamente a las visiones distribucionistas de la izquierda pero sin romper con la democracia liberal, encabezados principalmente por Damián Zepeda.
Las peleas en foros, reuniones y redes de estas visiones, solo deja en claro que la disputa es por tomar las riendas del partido y la organización de la militancia decepcionada y derrotada en la elección federal. Se dieron con todo, y por lo visto, no hay punto de acuerdo, no hay consensos, la dirigencia del PAN seguirá estando en manos de Marko Cortés y su camarilla.
2) Por el lado del PRI, la cosa no mejora, su presidente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, convocó con toda premura, cuando los nuevos legisladores aun no toman posesión, a una asamblea nacional para reformar los estatutos e incluir la posibilidad de que la dirigencia actual del PRI se pueda perpetuar en el poder hasta en tres ocasiones consecutivas. Por estas maniobras, alrededor del PRI, figuras nacionales de ese partido, como Beatriz Paredes, Manlio Fabio Beltrones y Dulce Ma. Sauri, se declararon prácticamente en rebeldía, y cuestionaron el perfil reeleccionista del nuevo PRI que encabezaría nada más y nada menos que el mismo “Alito” Moreno. Reeleccionistas vs Anti reeleccionistas en el PRI.
Nuevamente, lo que podemos observar es que no hay autocritica, no hay un balance de la elección y su derrota, no hay un ejercicio de mejora de las condiciones de organización de ese partido, ni de su programa, ni de sus principios. Lo que hay es una burda y simple lucha por el control político de esa organización. La derrota anunciada de los antirreeleccionistas esta más que cantada.
3) Xóchitl Galvéz, quien nadie le ha dicho que perdió la elección, nadie le ha dicho que los partidos de su alianza se burlaron de ella, nadie le ha dicho que todos la engañaron y ella se dejó engañar, nadie le ha dicho que su campaña solo sirvió para que latinus, Azucena Uresti, Anabel Hernández, Massive Caller y otros anexos, se empacaran millones de pesos de su campaña, y nadie le ha dicho que saliendo del senado regresará a vender Gelatinas. Impugnó la elección presidencial, mando miles de links, donde se “demuestra” la intromisión presidencial y una copia del libro de Anabel Hernández para probar que sí hay un “narco presidente” y una “narco presidenta electa”. Se impugno por oficio, se citó a los magistrados, se citó a la denunciante y simplemente no llegó. Les dejó la papelería y nunca llegó a la comparecencia.
4) Y para terminar la semana, por el lado del extinto PRD, sus cuadros más conspicuos, José Álvarez de Icaza y Guadalupe Acosta Naranjo, convocaron a la sociedad civil -y a lo que ellos llaman la marea rosa- a una reunión nacional, el sábado pasado, en la ciudad de México, a la que solo asistieron no más de 1500 personas y donde se repitieron las mismas consignas, las mismas frases hechas, las mismas acusaciones al obradorismo, y sobre todo, la misma línea político-ideológica que los hizo fracasar: En el país todo lo que se ha hecho, esta mal, hubo una elección de estado y vamos hacia una dictadura.
La oposición no sabe que hacer, titule un macroscopio de hace unas semanas, haciendo alusión a que la oposición ni las placas de Torton que la había arrollado pudo retener. En efecto, la oposición mal y de malas, la semana pasada, y así llevan todo el mes. No quieren reconocer su fracaso, por que tienen que reconocer que la fuerza arrolladora de la 4T no empezó el 2018, tienen que reconocer que esos partidos y esos lideres políticos fueron los puntales para que la extracción más abyecta que se tenga memoria en el país se haya realizado. Esos partidos convalidaron la corrupción, el crimen, la deforestación, la venta de los recursos energéticos, la venta de CFE, la sumisión de PEMEX, la congelación del salario, la destrucción del sistema de salud y el de la educación, y el control del narcotráfico en el país.
De seguir así, tendrán 4T otros tres sexenios más.