Megan, el escalofriante filme protagonizado por Allison Williams que se estrenó los primeros días de enero, se ha convertido en una de las sensaciones cinematográficas del comienzo de 2023.
Basada en la espeluznante historia desarrollada por Akela Cooper y James Wan, la cinta sobre esta letal muñeca ha convencido a los fans del terror, aunque su desenlace podría haber sido distinto del que finalmente se ha podido ver en salas.
En Megan, Williams interpreta a Gemma, una brillante experta en robótica de una compañía de juguetes que diseña a una muñeca realista programada para ser la mejor compañera de los niños… y la mayor aliada de los padres.
Sin embargo, cuando inesperadamente se ve obligada a cuidar de Candy, su sobrina huérfana de 8 años, descubrirá que, aunque no se sienta preparada para hacer de madre, el hecho de vincular su prototipo de esta muñeca robótica para cuidar a la pequeña tendrá aterradoras consecuencias.
Esta macabra historia en la que una muñeca es creada en base a avanzada tecnología y una dosis de perturbadora humanidad podría haber tenido un final diferente al que se vio en los cines según ha explicado su director, Gerard Johnstone.
En una entrevista con la revista Variety, el realizador ha declarado que la película “tenía que ser perfecta” y que no se podían permitir tener “ningún detalle fuera de lugar”. Por eso, ha confesado que se desechó un final completamente distinto de la película debido a que no funcionaba del todo.
Fuente: Milenio