La lucha por el derecho al aborto legal y seguro en Estados Unidos se ha convertido la apuesta de los últimos días de campaña rumbo de las elecciones intermedias del 8 de noviembre.
Mientras los candidatos a senadores, congresistas y gobernadores por el Partido Republicano enfocan sus esfuerzos en hablar del crimen y la economía, los candidatos del Partido Demócrata concentran su energía, y sus dólares, en advertir sobre la amenaza que representan sus oponentes para los derechos reproductivos de las mujeres.
Un análisis de la información de AdImpact, una agencia que monitorea el gasto en anuncios políticos en medios digitales y televisión, realizado por el diario The Washington Post, revela que los candidatos demócratas en cinco estados, Wisconsin, Michigan, Arizona, Georgia y Pennsylvania, han gastado casi la mitad del presupuesto de campaña en medios en anuncios relacionados con el aborto legal y seguro.
Esto se debe a que en estos estados habrá, además de elecciones de Congreso, elecciones de gobernador, y los cinco son considerados estados “bisagra”, es decir, que lo mismo podrían decantarse por un candidato republicano que por uno demócrata —en Wisconsin, por ejemplo, Biden superó a Donald Trump por solo 30 mil votos, un 0.8 por ciento del voto total, en las elecciones de 2020—. Y en la actual situación de los derechos reproductivos en Estados Unidos, eso lo puede cambiar todo.
En junio de 2022 la Suprema Corte estadunidense derogó la sentencia histórica que reconocía el aborto como un derecho constitucional, conocida como Roe v. Wade. Esta derogación no implica que el aborto haya pasado a estar prohibido, sino que se dejó de proteger el derecho a nivel federal, dejando en manos de cada estado la potestad de legislar y regular el acceso al aborto seguro.
Por tanto, un gobernador republicano, con un congreso estatal con mayoría del mismo partido, podría impulsar, desde una prohibición total, hasta limitaciones de edad, motivos y condiciones para que una mujer tenga acceso a un aborto.
Fuente: Milenio