La mezcla de sonido nominada al Premio de la Academia tuvo lugar en pueblo de Tepoztlán, Morelos.
Sound of Metal, película nominada al Oscar que relata la batalla de un baterista de heavy metal que comienza a quedarse sordo, tuvo entre sus filas a tres de sus ingenieros mexicanos, quienes trabajaron en la mezcla de sonido desde el estado central de Morelos.
“Es muy raro que alguien salga de Los Ángeles o de Londres y que mezcle su película en otro lado, ni siquiera en Canadá sucede eso. En este caso editaron en Francia y en Estados Unidos, luego se vinieron a México para seguir editando, pero la mezcla se hizo en México”.
declaró el ingeniero Jaime Baksht en una entrevista por videollamada desde la Ciudad de México.
La mezcla es el proceso en el que se unen las grabaciones de los editores en computadoras que están en un mismo lugar. La edición se puede hacer en diferentes partes del mundo, mas no la mezcla.
Los mexicanos trabajaron durante la primavera y verano de 2019 en el estudio Splendor Omnia, del director Carlos Reygadas, y luego a comienzos de 2020 para algunos toques finales. A decir del ingeniero nominado Carlos Cortés, el hecho de que esté en medio del campo es ‘muy ventajoso’.
Es como un retiro, nada más te concentras en lo que estás (haciendo). Tiene algo especial que creo que sí funcionó muy bien para este súper trabajo. Estás en medio de la nada, estás en el medio del Tepozteco… Se vuelve aún más monástico”.
dijo Cortés a través de Zoom.
Dentro de las múltiples nominaciones que la película ha recibido, entre las que se encuentran mejor actor, está la mezcla de sonido, que incluye a Nicolas Becker, Phillip Bladh, Jaime Baksht, Carlos Cortés y la ingeniera mexicana Michelle Couttolenc, esta última formando parte de las mujeres nomidadas en la edición “record”.
“Me siento muy emocionada. Es un gran logro compartido también para las mujeres porque es la primera vez que en México una mujer está nominada en sonido… Es súper emocionante y lindo que haya atención en una rama en la cual no hay tantas mujeres, pero que de repente se pueda pensar que sí se puede y que cada vez seamos más y que sí hay el talento”.
Expresó Couttolenc con emoción.
Y Couttolenc tuvo a otra colega en el equipo de ‘Sound of Metal’: la venezolana Carolina Santana, quien hizo parte del diseño sonoro junto con Becker y Marder antes de viajar a México para la mezcla.
Ver a otras chicas logrando y haciéndolo también es una fuerza enorme, nos da mucha alegría y orgullo como si fueran hermanas y nos da más empuje para seguir adelante”
Agregó Santanna.
Santana también compartió que estaba en medio de en una llamada por Zoom con los productores y el equipo de la película cuando se enteró de las nominaciones.
Era muy cómico porque había un retraso, no todos escucharon las nominaciones al mismo tiempo. Yo veía que unos saltaban y otros no saltaban. Yo decía, ‘¿qué fue lo que pasó?’. El poder compartir ese momento juntos valió más que nada”.
Relató la venezolana.
Sound of Metal aborda con gran sensibilidad la degeneración auditiva de Ruben, en una gran interpretación por parte de Riz Ahmed. Hecho que los ingenieros mexicanos buscaron retratar esto de la manera más auténtica posible, hacer sentir al público lo que el personaje atravesaba traduciendo lo que escucharía una vez afectado su oído.
Una de las escenas que más cuidaron fue la de un concierto al comienzo de la película. No se conformaron con la primera propuesta; se enfocaron en encontrar los matices y hacer de ella lo más viva posible. Una proeza que les llevó más de un intento.
“El concierto es fenomenal. Hubo varias discusiones de si se iba a ver como un concierto normal y tratamos de hacerlo desde el punto de vista del baterista… que sientas el (tambor) tom de piso, que sientas la vibración rebotándote de los parches. Eso se intentó hacer y en cine funciona muy padre (bien). La mañana después del concierto todo es tranquilidad, pero a partir de ese momento comienza la pérdida auditiva de Ruben.
Contó Cortés.
“Todo el proceso de degradación de la audición se va haciendo paulatinamente en sonido y cómo se va haciendo esta degradación fue lo que hicimos nosotros en México. Es como si empiezas a combinar grises, es una tonalidad de grises. Tenías que ser muy sutil en cómo los ibas combinando para lograr llegar al negro”.
Agregó Jaime Baksht.
Uno de los grandes retos para el equipo fue relacionar los sonidos que el protagonista alcanzaba percibía a través del cuerpo y al mismo tiempo cómo, con su memoria auditiva, relacionaba su pasado con su presente. También hubo oportunidad para experimentar entre el sonido subjetivo y el objetivo, lo que no escucha Ruben y lo que oyen otros personajes, pues afuera todo sigue sonando.
Para lograrlo, el enfoque de Marder, quien les permitió jugar y plantear nuevas formas de mezclar, fue esencial para el equipo mexicano.
“Lo interesante de esta película es que más mentes suman más ideas. (El director) estaba buscando algo un poco distinto a lo que podía conseguir si la hacía en Estados Unidos y también el creía que las diferentes visiones de diferentes partes del mundo aportan a la película… Es padre (genial) tener esta diversidad cultural”.
Concluyó Michelle Couttolenc.
