Tal cual estaba pronosticado, ríspida resultó la elección interna del PAN para designar a sus candidatos a los distritos electorales locales que les tocaron en la alianza con el PRI y el PRD, así como a los candidatos a las alcaldías también marcadas para ellos.
La que llamaba poderosamente la atención era la interna por la ciudad de Veracruz, donde la disputaron con todo Bingen Rementería Molina y Miguel Ángel Yunes Márquez. El resultado hasta ahora, de manera preliminar aún, es el triunfo de Miguel Ángel Yunes por un margen muy estrecho, lo cual ha suscitado cualquier cantidad de señalamientos, declaraciones, dimes y diretes que no se sabe hasta dónde vayan a llegar.
La elección resultó tan tensa que en un momento de la jornada se generó una trifulca donde hubo jalones, gritos, volaron sillas; las descalificaciones iban de un lado para otro, acabando la reyerta con tres personas detenidas.
El humo blanco para otros candidatos salió sin problema: Juan Manuel Unanue Abascal obtuvo la candidatura para la presidencia de Boca del Río; Jaime de la Garza se la quedó para el distrito local 16; Miguel Hermida ganó por el distrito 15; Octavio Ruiz Barroso fue asignado para el municipio de Alvarado, entre otras nominaciones.
No obstante, se haya tratado de privilegiar el sentido democrático dentro de PAN, la percepción que deja este proceso de selección para todos los simpatizantes panistas es que la lucha que hay por el poder en su partido debilita los cimientos de la institución de cara a las próximas elecciones. La herida que deja la disputa por el Puerto de Veracruz puede dejar fracturado al partido, situación que beneficia a su más cercano perseguidor que es Morena de la mano de Ricardo Exsome como candidato a la alcaldía.
Si no hay un arreglo pronto dentro del PAN, la presidencia de Veracruz la pueden poner en riesgo, lo que conlleva a que el vencedor se posicione como serio aspirante a la gubernatura para el 2024, que en este caso podría ser el propio Ricardo Exsome ganándola.
El ajedrez político en el estado se va acomodando para unos, para otros se complica, otros más siguen en la lucha y otros tantos se van quedando en el camino. La estrategia es la que manda: aquellos que no se organicen y sigan con pleitos rancheros como está sucediendo dentro del PAN, podrán ver echada su suerte el próximo 6 de junio. Por su propio bien y de su partido, se tendrán que poner de acuerdo y comenzar a trabajar, porque, de lo contrario, seguramente perderán.
Jorge Luis Malpica
