Jorge Luis Malpica
En la entrega anterior analizamos algunas de las acciones que está haciendo el gobierno federal para tratar de tomar el control de pandemia, como es el basar su estrategia en el plan nacional de vacunación contra el Covid-19, el cual ya vimos va muy lento y el abasto de los biológicos genera más suspicacias que certezas.
Ante este escenario, dejamos en el tintero el cuestionamiento de qué están haciendo gobiernos estatales y municipales para controlar el gran número de contagios que se están registrando. En el caso del Estado de Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, ha tomado la iniciativa de decretar paro de actividades y movilidad por una semana.
Esta va a ser la tercera alerta sanitaria que empezará el próximo fin de semana, del 28 de enero al 2 de febrero, y va a comprender de seis días: próximos jueves, viernes, sábado, domingo, lunes y martes.
En este punto vamos a centrar el análisis para saber qué tanto funciona este mecanismo de frenar la movilidad, porque en esencia tendría que aplicar en un cierre total de las actividades no esenciales, pero, lamentablemente, no lo hacen así. En ciudades como Xalapa, por ejemplo, cierran la vialidad en las calles del centro pero dejan operar libremente las distintas plazas comerciales que existen en la ciudad. La consecuencia de esto que, por un lado las plazas comerciales, como lo es Las Américas, están abarrotadas. Esta situación las vuelve un foco de infección por una parte. Y desde el lado de la economía, con esta disparidad en la ejecución del decreto de cierre de paro de actividades, están asfixiando a los comerciantes y empresarios del centro, provocando el cierre de establecimientos y con ello la pérdida de fuentes de empleo.
Otro asunto a tratar es el movimiento continuo y cotidiano de la gente en tianguis y mercados, donde muchos no cuentan ya con las medidas sanitarias recomendadas para la pandemia, lo cual también los vuelve focos inmediatos de infección.
De nada sirve decretar este tipo de acciones si no van seguidas de un plan bien diseñado, con reglas claras, sanciones severas para quienes no las cumplan, sean comerciantes o la misma sociedad y lo más importante de esto, es que se ejecute y tenga continuidad.
Ya lo hemos venido mencionando reiteradamente, nosotros como sociedad tenemos gran parte de la solución a bajar el número de contagios si tratamos de ser responsables con nuestro proceder, porque ya vamos para un año de restricciones por la pandemia como para no saber qué es lo que debemos hacer. Es una pena que sólo con reprimendas y castigos hagamos lo que nos corresponde. Sin embargo, ni castigos hay, por lo tanto con la permisividad que existe cada quien hace lo que quiere y las fatales consecuencias las estamos contando todos los días con el altísimo número de personas fallecidas. Hagamos conciencia de ello.