Jesús Utrilla / NV Noticias
Las cenizas del padre Víctor Manuel Díaz Mendoza llegaron a la Catedral de Veracruz para que los feligreses se despidan.
El obispo Carlos Briseño Arch señaló que no se permitirán aglomeraciones por lo que sugirió, que por salud, se sigan las misas a través de las redes sociales.
Dijo que el padre Víctor dejó muchas cosas buenas, fue ejemplo de un buen sacerdote y generó una huella grande en la sociedad.
Agregó que si realmente hubo afectó hacia él se deben recordar las cosas buenas y seguir el buen ejemplo que dejó el párroco.
Afirmó que seguirán los proyectos de rescate de la Catedral, el contacto con medios y la labor general que venia desarrollando.
La pandemia no es un juego y siguen las consecuencias de no cuidarnos, pues todas las personas pueden contagiarse.
“No es que nos cuidemos de las personas sino de la enfermedad. Todos tenemos que cuidarnos. Hay que tener cierta disciplina al interior de la casa con las personas con las que convivimos”.
Afirmó que la iglesia sigue los lineamientos establecidos por el sector salud, sin embargo, el fallecimiento de una persona pone en alerta a los demás.
“El padre Víctor fue una persona incondicional que me apoyó en todo. Siempre estuvo al frente de la Diócesis en la que tuvo un papel muy importante porque siempre estuvo al lado de los cuatro obispos de esta Diócesis”.
