El Consejo General del INE reventó este viernes. Un bloque de consejerías acusó públicamente a la consejera presidenta Guadalupe Taddei de abusar de la figura de encargadurías de despacho, de cerrar el diálogo y los consensos, y de, a través de un consejero afín intentar imponer un proyecto “profundamente ilegal” que le da poder unipersonal por encima del Consejo General.
En el orden del día se presentaron dos proyectos, por un lado el del consejero Jorge Montaño para darle a Guadalupe Taddei el poder absoluto de nombrar en direcciones, unidades técnicas y principalmente en la Secretaría Ejecutiva, a quien ella decidiera de manera libre y por consultar del Consejo General sin necesidad de consultarlo. Y por el otro, uno que le impone un ultimátum de 30 días para presentar al Consejo General propuestas competitivas.
El consejero Uuc-kib Espadas “suplicó” retirar lo asuntos porque “serían devastadores” pues criticó que se “eleve el conflicto mayor y público que vivimos el día de hoy al interior del Consejo”, por lo que les pidió no repetir el caos que enfrenta el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación por no saber llegar a consensos.
“La condena a que nuestra incapacidad política se eleve a la decisión que tomaría un Tribunal que hay que decirlo con todas sus palabras, malamente ha podido administrar sus propios conflictos como lo exhiben la sistemática inconclusión de sus presidencias, no debemos de dar ese paso, no debemos de entrar a la confrontación que los dos últimos puntos del orden del día nos plantean.
“Apelo a la madurez personal, a la estatura política y al compromiso democrático no para pedir, no para solicitar, sino para suplicar en nombre de la compleja democracia mexicana que nos hemos construido a lo largo de ya 46 años, suplico a los proponentes que los retiren del orden del día a fin de que no cerremos este año en medio del más grande conflicto interno que este instituto haya podido enfrentar”.
El consejero Jorge Montaño aceptó y retiró el proyecto que proponía darle poder absoluto a la consejera presidenta del INE, sin embargo, el segundo bloque se negó a retirarlo pues acusó que Guadalupe Taddei ha cerrado el diálogo y ha impuesto perfiles provisionales por más de seis meses, sin buscar consensos.
El consejero Jaime Rivera señaló que las siete vacantes en la Junta General Ejecutiva se derivan no sólo “por la voluntad” de las personas de dejar el cargo, “sino por las presiones directas o indirectas” para que renuncien o incluso “por condiciones inadecuadas generadas a su entorno” para impedirles ejercer el cargo.
Por lo que defendió que el proyecto que proponen “responde a hechos que son innegables y que no deben seguir eludiéndose” pues es necesario tener la estructura electoral completa en el proceso electoral en curso.
“El hecho principal es la prolongación de una situación irregular en la conformación de la estructura ejecutiva del instituto, es irregular porque lo excepcional y provisional se ha vuelto práctica habitual y con pretensiones de permanencia, me refiero a las encargadurías de despacho cuando el titular o la titular de un área ejecutiva técnica que requiere nombramiento del Consejo General se cubre con una decisión prevista en las atribuciones de la presidencia del Consejo mediante nombramiento por excepción provisional de un encargado de despacho”.
Rivera acusó que “la consejera presidenta ha utilizado en exceso esa previsión legal y reglamentaria, el carácter provisional es por lo menos dudoso, ha faltado diálogo y sin duda, consensos”.
Fuente: Milenio
