Xóchitl Gálvez sueña en grande y ya hasta tiene perfectamente visualizada la imagen de lo que le depara su futuro. Se imagina en San Lázaro, el 1 de octubre de 2024, frente a Andrés Manuel López Obrador. “Me va a entregar la banda y yo, yo voy a estar sonriendo”, celebra la senadora panista
Pero ella sabe que sacó la cabeza y eso tendrá un alto costo, aunque después de casi 20 años en la política ya tiene la piel gruesa. Lo analiza: deduce que hay una razón que opera detrás de la andanada de cartones, alusiones racistas, memes, tuits y comentarios despectivos que le han lanzado desde la 4T, como misiles teledirigidos, desde que destapó sus aspiraciones presidenciales.
“¡En Morena están muertos del pánico!”, festeja la primera aspirante de oposición que mueve la conversación pública en el que, hasta ahora, había sido un proceso muy deslucido.
Fuente: Milenio
