Pese a la persistencia de la inflación subyacente por encima de 4 por ciento, la junta de gobierno del Banco de México (BdeM) consideró que la debilidad de la actividad económica, así como el mayor margen que otorgan los recortes de la Reserva Federal abren espacio para continuar el ciclo de reducciones de la tasa de referencia, que en la reunión del 5 de noviembre quedó en 7.25 por ciento tras un recorte de un cuarto de punto porcentual.
En la minuta publicada este jueves, correspondiente a la decisión anunciada hace dos semanas, la mayoría de los integrantes coincidió en que la debilidad económica continuará incidiendo a la baja sobre la inflación y que “se mantiene la perspectiva de que la inflación general converja a su objetivo en el tercer trimestre de 2026”.
Un miembro de la junta, la minuta no identifica con nombre a quien hace el comentario, subrayó que “con la acción propuesta, la tasa real se ubicaría en un nivel de 3.36 por ciento, en el rango superior de la estimación del intervalo de neutralidad”, y añadió que “ello es congruente con la debilidad económica que prevalece y se anticipa”.
Otro integrante resaltó que “la reciente disminución en la tasa por parte de la Reserva Federal y la perspectiva de recortes adicionales le otorgan margen al ciclo de relajamiento en México”. Un tercer miembro enfatizó que “los factores que han incidido sobre los determinantes de la inflación, principalmente sobre el debilitamiento económico, han brindado margen para recortar la tasa de referencia”.
La junta valoró positivamente la apreciación del peso a lo largo del año –cercana a 12 por ciento– y la estabilidad cambiaria reciente, así como el comportamiento favorable de las exportaciones no automotrices, aunque advirtió que la economía mexicana registró contracción en el tercer trimestre, la inversión fija bruta sigue débil y cerca de 75 por ciento de los sectores están estancados o con bajo dinamismo.
En cuanto a la inflación, la mayoría reconoció que la subyacente “ha mostrado persistencia” y se estabilizó alrededor de 4.2 por ciento, pero destacó que sus variaciones mensuales desestacionalizadas “muestran una trayectoria descendente” y que la correlación entre ajustes de precios de mercancías y servicios “continúa siendo cercana a cero”, lo que indica presiones sectoriales más que agregadas.
Fuente: La Jornada
