Jesús Utrilla / NV Noticias
El parque Zamora se convirtió este sábado en un espacio de memoria y reflexión luego de que el colectivo “Rastros de Amor” instalara el Árbol de la Memoria, una intervención simbólica dedicada a recordar y visibilizar a las personas desaparecidas.
La iniciativa busca ofrecer una forma distinta de entender y mirar estas ausencias, más allá de la ficha tradicional de búsqueda.
De acuerdo con Martha Miranda, integrante del colectivo, el árbol será decorado con más de 40 tarjetas, cada una elaborada con información íntima de quienes no han regresado a casa sus sueños, las cosas que les gustaban, a quién esperaban y cómo los esperan hoy sus familias.
“Estas fichas tienen un valor especial para nosotros. No son sólo datos, representan la esencia de cada uno de nuestros desaparecidos”.
La activista explicó que en Veracruz la mayoría de los casos corresponden a hombres, por lo que este ejercicio también busca desmontar estigmas y recordar a la sociedad que detrás de cada nombre hay historias y vidas que merecen empatía, no juicios.
Entre los nombres colocados en el Árbol de la Memoria hay personas originarias de Veracruz, Poza Rica, Nuevo León, Ciudad de México y Guanajuato, reflejando la dimensión nacional del problema.
A lo largo del día se realizaron distintas actividades para acompañar el acto, entre ellas una misa, un taller de bordado y una sesión dirigida por la Comisión Estatal de Búsqueda, enfocada en los derechos humanos de las víctimas y sus familias.
Martha Miranda, quien encabeza “Rastros de Amor”, también compartió su historia personal: busca a su hijo Javier de Jesús González Miranda, desaparecido el 28 de julio de 2020 en el puerto de Veracruz. Recordó que él había viajado acompañado de un amigo, y ambos desaparecieron sin que hasta hoy se conozca su paradero. Tres días después, Javier habría cumplido 36 años.
