De nueva cuenta, la presidenta Claudia Sheinbaum condenó el “cobarde y vil” asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, subrayando que no habrá impunidad, como lo ofreció a su esposa, Grecia Quiroz. Consideró que las investigaciones permitirán encontrar no sólo a los autores materiales, sino también a quienes ordenaron el ataque, además de las detenciones que ya han ocurrido.
En su conferencia, en una amplia referencia al homicidio, declaró que no van a dejar solo a Michoacán, ni a Uruapan, sino que se realizarán las acciones pertinentes para garantizar la justicia y esto implica ejercer toda la fuerza del Estado para alcanzarla.
“Hay quien pide –como ocurrió con la guerra contra el narco– la militarización. Eso no funcionó; es más, fue lo que llevó a la situación de violencia en Michoacán”, argumentó, por lo que descalificó a quienes reivindican estas alternativas autoritarias.
En este contexto, molesta por las críticas desatadas en las redes sociales, la Presidenta enfatizó que una cosa es el legítimo dolor de la gente por este ataque, pues era un alcalde muy querido, y otra cosa son las campañas financiadas en las mismas.
Cuestionó a los “buitres” de la derecha y a los “comentócratas carroñeros” a quienes no les interesa en realidad la situación en Michoacán, sino lo que buscan es darle un uso político a este atentado.
Sheinbaum responsabilizó a los ex presidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto de haber enquistado la violencia que padece Michoacán. Recordó que fue precisamente en esa entidad donde el “espurio” –como llamó al ex mandatario panista– declaró la guerra contra el narcotráfico. El priísta, dijo, envió a un comisionado a pacificar, pero armó a “guardias blancas”, replicando estrategias fallidas utilizadas en otros países de América Latina.
En este contexto, aunque no aludió expresamente al subsecretario de Estado de Estados Unidos, Christopher Landau, quien ofreció mayor colaboración, fue enfática en señalar: “¿La intervención? –se preguntó– No. México es un país libre y soberano. Aceptamos la ayuda en información, en inteligencia; pero la intervención, no”.
Fuente: La Jornada
