Jesús Utrilla – NV Noticias
La zona metropolitana de Veracruz, Boca del Río y Medellín perdió más de 2 mil hectáreas de humedales costeros y manglares, de acuerdo con un estudio realizado de 1970 al 2007, sin embargo, la cifra podría ser aún mayor debido al desarrollo inmobiliario registrado en los últimos años.
César Vázquez González, investigador del Instituto de Ecología, señaló que estos ecosistemas son fundamentales para la regulación natural del agua y la protección contra inundaciones, pero están siendo desplazados principalmente por la expansión urbana y la parcelación de ejidos.
Estas zonas, que antes funcionaban como vasos reguladores, fueron convertidas en áreas habitacionales, lo que redujo su capacidad de retención de agua y aumentó el riesgo de inundaciones en temporada de lluvias.
“Nosotros estimamos una pérdida de casi 2 mil hectáreas entre 1970 y 2007 entre manglares y humedales costeros de agua dulce. Aquí lo más preocupante fue la pérdida de los humedales costeros. El problema fue a inicios de la década de los 90, cuando se promulgó la reforma agraria y esto permitió a los ejidos a parcelarse y comenzar a fraccionar y poder vender para la urbanización”.
Además de la pérdida de humedales, se enfrenta el deterioro deas lagunas interdunarias, las cuales están siendo utilizadas como tiraderos clandestinos.
Estas zonas, que en su momento fungían como cuerpos de agua naturales para captar lluvia y mantener el equilibrio ecológico, hoy están contaminadas por basura, muebles viejos, llantas y otros desechos que afectan su ecosistema.
“Las lagunas interdunarias actualmente en el municipio de Veracruz se han perdido, han quedado comprimidas por toda la expansión de la mancha urbana y el principal problema también es que no solo se han reducido, sino que las agarramos como pequeños basureros. Ven ustedes ahí, por ejemplo, muebles, basura, llantas tiradas, colchones, de todo”.
La pérdida de estos ecosistemas representa un riesgo para la región, pues además de ser hábitat de diversas especies, también funcionan como barreras naturales contra inundaciones. Ante ello llamó a trabajar en conjunto para recuperar estos espacios y evitar que sigan desapareciendo.
