Drones ucranios atacaron durante la noche una importante planta de procesamiento de gas en el sur de Rusia, provocando un incendio y obligando a suspender los envíos de gas desde Kazajistán, informaron el domingo las autoridades rusas y kazajas.
La planta de Orenburg, operada por el gigante estatal del gas Gazprom y ubicada en una región del mismo nombre cerca de la frontera con Kazajistán, forma parte de un complejo de producción y procesamiento que es una de las instalaciones más grandes de su tipo en el mundo, con una capacidad anual de 45 mil millones de metros cúbicos. Maneja condensado de gas del campo Karachaganak de Kazajistán, junto con los propios campos de petróleo y gas de Orenburg.
Según el gobernador regional, Yevgeny Solntsev, los ataques con drones incendiaron un taller en la planta y dañaron parte de ella. El Ministerio de Energía de Kazajistán indicó el domingo, citando una notificación de Gazprom, que la planta no puede procesar temporalmente gas originario de Kazajistán, “debido a una situación de emergencia tras un ataque con drones”.
El Estado Mayor de Ucrania declaró en un comunicado el domingo que se había producido un “incendio a gran escala” en la planta de Orenburg y que una de sus unidades de procesamiento y purificación de gas resultó dañada.
Ucrania ha intensificado los ataques en los últimos meses a instalaciones energéticas rusas que, según afirma, financian y alimentan directamente el esfuerzo bélico de Moscú.
Mientras tanto, fiscales ucranianos afirman que Moscú está modificando sus bombas aéreas guiadas para atacar a civiles más profundamente en Ucrania. Las autoridades locales en Járkov dijeron que Rusia atacó un barrio residencial utilizando por primera vez una nueva bomba aérea propulsada por cohetes.
Fuente: La Jornada
