Guadalupe Taddei, consejera presidenta del Instituto Nacional Electoral (INE), se pronunció en favor de consolidar el sistema que da autonomía a la instancia que encabeza, y en contra de la desaparición de los organismos públicos locales electorales (Oples).
“México necesita un INE del siglo 21, autónomo, con probada capacidad técnica, ciudadano y transparente. Un INE que se mantenga ajeno a los vaivenes políticos y que abrace con responsabilidad y humildad la evolución de nuestra democracia”, dijo en el seminario “Reforma electoral: ¿hacia donde ir?”, realizado en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (INE).
En cuanto al tema de los institutos electorales estatales, frente al anuncio del envío al Congreso de una iniciativa de reforma electoral por parte del Poder Ejecutivo, Taddei comentó más tarde en entrevista que se incluirá el tema en el documento que entregarán a la comisión presidencial para la reforma electoral.
“Hay que establecer el porqué tienen que permanecer los organismos, qué es lo que hacen ellos que el INE no hace; entonces, debemos motivar y fundamentar correctamente la sobrevivencia, la existencia de los Oples, eso es lo que estamos intentando”.
Antes, abrió su ponencia con un agradecimiento por la invitación a participar en la mesa titulada ¿para qué sirven las reformas electorales?; saludó a los que lo acompañaban en la sesión, entre ellos José Woldenberg, ex presidente del Instituto Federal Electoral (IFE). En la audiencia estaba su antecesor, Lorenzo Córdova y el ex secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo, quien ahora encabeza el proyecto hacia la formación y registro de un nuevo partido político.
“Edmundo Jacobo, mucho gusto de verlo por acá. Saludo, por supuesto, a Lorenzo Córdova, que está por acá con nosotros”, comentó Taddei, de dos personas de quienes ha recibido críticas directas.
En su exposición dijo que a lo largo de las décadas recientes las reformas electorales han significado “ajustes progresivos” para fortalecer la democracia y sus mecanismos.
“Las reformas electorales han sido fundamentales para construir un sistema más representativo, equitativo, justo y participativo”.
Sin embargo, añadió, “nuestro sistema electoral enfrenta una serie de retos estructurales y emergentes que de no ser oportunamente atendidos podrían generar afectaciones incalculables”.
En ese momento se refirió al diseño de la autoridad electoral, “porque hoy el INE no solo organiza elecciones, es garante del Registro Federal de Electores, fiscaliza los recursos de los partidos políticos y candidatos, capacita a millones de personas que integran las mesas directivas de casilla, promueve la cultura cívica, garantiza el ejercicio de derechos político electorales en condiciones de equidad e inclusión, impulsa la paridad de género y supervisa procesos internos de partidos y consultas populares.
“En otras palabras, el corazón técnico y ciudadano de la democracia mexicana”.
Al mismo tiempo reconoció que también se requiere autocrítica, de parte del INE, para corregir “desequilibrios, cerrar brechas y optimizar recursos, compromiso social para garantizar un INE más cercano a la ciudadanía y sus demandas democráticas, y garantizar una mayor participación ciudadana”.
Las reformas, acotó, sirven para modernizar al INE, prepararlo ante un país más exigente, más plural, más vigilante.
“Sirven para consolidar al Instituto como el pilar de nuestra democracia presente y un garante para el futuro, para conservarlo y proyectarlo hacia el porvenir”.
“(…) Hoy las reformas no deben temer al cambio, porque es necesario para consolidar lo construido, sin olvidar el esfuerzo que representó edificar el sistema electoral que hoy tenemos. En pocas palabras, las reformas electorales sirven para evolucionar y transformar el devenir de nuestra democracia”, dijo.
Fuente: La Jornada
