Jesús Utrilla / NV Noticias
La operación de vehículos particulares mediante aplicaciones digitales continúa generando inconformidad entre el gremio taxista de la entidad, que acusa desventaja frente a la falta de regulación y supervisión hacia estas unidades.
Marina Pecero Patiño, representante de Taxis Rosas, explicó que muchas de estas unidades son conducidas por mujeres que ven en esta modalidad un empleo flexible y seguro. Sin embargo, señaló que la situación constituye una competencia desleal contra los taxis concesionados.
“Definitivamente no les exigen nada, no pagan nada. La fuga de capital se va al extranjero y nosotros pagamos todo. A los taxistas siempre nos vigilan, mientras ellos hacen lo que quieren, a la hora que quieren, como quieren, y nadie les llama la atención”.
Agregó que, contrario a lo que se suele criticar sobre las tarifas de los taxis tradicionales, en muchos casos los viajes mediante aplicación resultan más costosos.
“Ha habido ocasiones en que tenemos hasta la prueba en una foto de teléfono donde cobramos 40 por ciento menos que ellos y, aun así, nadie les dice nada”, puntualizó.
El gremio insistió en la necesidad de que las autoridades estatales establezcan reglas claras para la operación de estas plataformas, tanto en materia económica como de seguridad, ya que los usuarios quedan expuestos ante la ausencia de lineamientos oficiales que regulen a los choferes particulares.
