La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) dio a conocer en su informe de julio que otorgó un total de 210 autorizaciones sanitarias, entre las que se incluyen 164 para dispositivos médicos, 28 para medicamentos y 18 para protocolos de investigación clínica.
Entre estas aprobaciones destaca un paso histórico en materia de salud pública: la autorización de cabotegravir, un medicamento inyectable de acción prolongada para la prevención del Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH).
Este avance marca un momento clave para la lucha contra el VIH en México, al incorporar una alternativa más eficaz y cómoda dentro de la estrategia nacional de prevención. A diferencia de la profilaxis preexposición (PrEP) oral tradicional, que requiere tomar una pastilla diaria durante todo el año, cabotegravir (comercializado como Apretude) se aplica mediante una inyección una vez cada dos meses, es decir, solo seis dosis al año.
¿Cómo actúa el cabotegravir?
Cabotegravir actúa como inhibidor de la enzima integrasa del VIH, lo que impide que el virus inserte su material genético en las células humanas. Esta acción interrumpe su ciclo de replicación, previniendo que se establezca una infección, incluso tras una posible exposición.
Su uso está aprobado en adultos y adolescentes mayores de 12 años con un peso mínimo de 35 kg, que no vivan con VIH al momento de iniciar el tratamiento.
De cuerdo con información publicada por El Clóset LGBT, la decisión de Cofepris está respaldada por dos importantes estudios clínicos internacionales:
- HPTN 083, que incluyó a hombres cisgénero, hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y mujeres trans, demostró que cabotegravir redujo el riesgo de infección por VIH en un 70 % frente a la PrEP oral.
- HPTN 084, realizado con mujeres cisgénero en África subsahariana, reportó una reducción del 90 % en el riesgo de infección, también en comparación con la PrEP oral.
Entre las ventajas más destacadas del uso de cabotegravir se encuentran:
- Mayor adherencia: al requerir menos dosis, es más fácil para los pacientes seguir el tratamiento.
- Alta eficacia: los ensayos clínicos lo posicionan como una opción superior a la PrEP oral.
- Reducción del estigma: elimina la necesidad de tomar pastillas diariamente en entornos públicos o laborales.
De acuerdo con cifras de ONUSIDA, México registra aproximadamente 14 mil nuevas infecciones por VIH cada año. Si bien la PrEP oral ya se encuentra disponible en algunas instituciones de salud, su cobertura es limitada y no siempre llega a las poblaciones más vulnerables.
La llegada de cabotegravir podría representar una solución para cerrar esa brecha, sobre todo entre jóvenes, mujeres trans y comunidades con altos niveles de exposición y barreras de acceso a servicios de salud.
Este avance también alinea al país con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que impulsa opciones de larga duración para combatir la transmisión del VIH.
El próximo desafío será definir el costo, la disponibilidad y los lineamientos clínicos para su implementación en todo el país. Aunque se trata de una herramienta poderosa en la prevención, especialistas recuerdan que el uso del condón y las pruebas regulares siguen siendo componentes fundamentales para una estrategia integral de salud sexual.
Fuente: INFOBAE
