La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo logró persuadir a su par estadunidense, Donald Trump, de aceptar 90 días para negociar el acuerdo de largo plazo sobre los aranceles de 30 por ciento a productos mexicanos en una conversación cordial, más no entre amigos, porque no tenemos los mismos intereses, contó a La Jornada el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, parte del equipo negociador mexicano.
Otros integrantes, como el canciller Juan Ramón de la Fuente, resaltaron la importancia que dio el republicano a negociar con la Presidenta, porque se hizo acompañar de la plana mayor de la Casa Blanca. Entre ellos, el vicepresidente JD Vance y el secretario de Estado, Marco Rubio, de lo cual dio cuenta el mismo Trump.
En entrevista, Ebrard, testigo del diálogo, comentó que no sintió que la conversación entre ambos mandatarios fuera tensa, pese a que la mayor parte de la llamada no se estuvo de acuerdo, porque Trump quería iniciar sus aranceles, como tenía planeado, el primer minuto de este viernes, en lo que la mandataria mexicana mantuvo un firme rechazo, por lo que propuso el acuerdo de los 90 días.
Me pareció ingeniosa porque coloca a México en un alto punto, sólo comparable con China, y nos lleva a fin de año, noviembre, muy cerca del inicio de la revisión del T-MEC (Tratado México, Estados Unidos, Canadá), en enero.
Con este acuerdo, insistió, ya te acercas mucho para lograr meternos a la cajita del T-MEC y salirnos de la pradera arancelaria unilateral. Resaltó: los 90 días ganados valen oro molido.
Ebrard narró que en su novena conversación con Trump, Sheinbaum defendió sus puntos, manejó sentido del humor, insistió en cifras, por ejemplo que México es el principal importador de Estados Unidos. La vi ágil en sus argumentos.
Fuente: La Jornada
