México terminó 2024 con la menor desigualdad en la distribución del ingreso desde que existe registro (1984), una mejoría atribuible en parte a las transferencias de programas sociales y las remuneraciones al trabajo, reportó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El ingreso promedio de los hogares alcanzó 77 mil 864 pesos trimestrales al cierre de 2024 (25 mil 955 pesos mensuales), un incremento de 15.66 por ciento en comparación con 2018 y de 22.8 por ciento respecto a 2020, año en que la economía tuvo una de sus mayores contracciones en un siglo a consecuencia de la pandemia de covid-19, señaló el Inegi en la Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto de los Hogares (ENIGH) 2024.
El documento, que detalla las fuentes de ingreso, los destinos del gasto y la forma en que se distribuye la riqueza, reveló que el ingreso de los hogares más pobres del país creció en el sexenio pasado en mayor proporción que en aquellos de la población más acaudalada.
A nivel general, dos tercios de los ingresos de las familias mexicanas (67.7 por ciento) provienen de sus remuneraciones por trabajo y 17.7 por ciento de transferencias, como programas sociales y remesas, y el resto del alquiler de una vivienda u otra propiedad.
Uno de los puntos que destaca la ENIGH es la mejora de la distribución del ingreso en el país en los seis años recientes. La forma en que el Inegi mide esta variante es el coeficiente de Gini. Mientras más cerca esté de uno, indica mayor desigualdad, y a medida que se aproxima a cero, muestra menor desigualdad.
En 2024, el coeficiente de Gini se ubicó, según el Inegi, en 0.391, el menor nivel desde que existen registros de la distribución del ingreso nacional. En 2018 era de 0.426 y en 2022, de 0.402. Al inicio de este siglo, ese coeficiente era de 0.481, según del organismo. En 1984, cuando el país vivía los efectos de la crisis de la deuda, era de 0.485, y en 1996, después de la crisis por la devaluación de 1995, se situó en 0.540.
Fuente: La Jornada
