Sam Ojeda / NV Noticias
Xalapa.- Indignación y sensación de abandono escolar son los sentimientos que comparten 58 estudiantes de Medicina del plantel Orizaba de la Universidad de Estudios Tecnológicos Universitarios del Golfo, luego de que descubrieran que la institución nunca tramitó la opinión técnica académica necesaria para que pudieran realizar su internado de pregrado, requisito indispensable para concluir la carrera.
Marisol Contreras García, alumna del décimo semestre, explicó que cada uno de ellos pagaba alrededor de 9 mil pesos mensuales al tratarse de una escuela privada.
“Se nos aseguró que el programa de Medicina contaba con el Registro de Validez Oficial de Estudios por parte del Instituto Politécnico Nacional y tras consultar la información disponible todo parecía estar en regla”, relató.
Sin embargo, a tan solo semanas de finalizar sus estudios, recibieron la notificación de que no existen plazas para su internado porque la universidad jamás gestionó el aval técnico necesario.
“Esto compromete nuestra trayectoria académica y futuro profesional, y ni los directivos ni propietarios han dado la cara”, reprochó.
Ante el reclamo de los estudiantes, el coordinador académico Alejandro Navarrete les planteó la opción de darlos de baja para trasladarlos a la Universidad “Isidro Fabela” en Toluca, propuesta que consideraron ofensiva.
“Es una evasiva, es injusta y completamente desproporcionada; indigna que la escuela haya operado a la vista de las autoridades sin ser objeto de revisión o supervisión”, criticaron.
Los jóvenes cuestionaron la inacción de la Secretaría de Educación Pública (SEP), que no intervino para protegerlos ni para garantizar que la universidad cumpliera con los requisitos que exige la ley para impartir un programa de Medicina.
Por ello, demandaron una investigación exhaustiva, sanciones por omisión, fraude y negligencia, así como una solución concreta que les permita terminar sus estudios y no perder los años invertidos.
Ahora, después de pagar altos costos por su formación académica, los 58 estudiantes ven truncado su camino profesional, mientras esperan que las autoridades actúen para evitar que su caso quede impune.
