Ante el anuncio del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer a partir del 1 de agosto un 30 por ciento de aranceles a productos mexicanos que entran a ese país, la American Society of Mexico (AMSOC) reafirmó su colaboración con el gobierno de México para encontrar soluciones que fortalezcan la relación bilateral y eviten medidas que puedan afectar a ambos países.
Previo a un evento en el que celebrarán la designación de Ronald Johnson como embajador de la Unión Americana en el país, el organismo que representa a más de 20 empresas de capital mexicano y estadunidense, señaló que es importante “atender los pendientes clave para mantener a México como el socio estratégico más relevante para Estados Unidos”.
“Presidenta (Claudia) Sheinbaum, desde The American Society of Mexico buscamos coadyuvar para que su gobierno logre resolver con éxito los pendientes que en Washington ya no se ven como asuntos menores, sino como grandes irritantes. Antes algunos se dejaban pasar. Hoy no, porque México ya no es un socio más: es el socio más importante de Estados Unidos”, señaló Larry Rubin, dirigente de la AMSOC.
Aunque Trump señaló en la carta que envió a la presidenta Sheinbaum Pardo que las nuevas tarifas se deben al tráfico de fentanilo a la Unión Americana y el déficit comercial que mantiene Estados Unidos con México, la AMSOC señaló que “temas que antes podían pasar desapercibidos, hoy son monitoreados de cerca por autoridades en Washington y por el sector privado norteamericano”.
En ese sentido, comentó que México permanece en la lista de observación prioritaria (Priority Watch List) del informe Special 301, publicado anualmente por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR). Este informe señala que México no ha cumplido con sus obligaciones en materia de protección de propiedad intelectual conforme al TMEC, en particular, en la falta de aprobación de la legislación secundaria para implementar la protección de datos de prueba para productos farmacéuticos y agroquímicos innovadores; las deficiencias persistentes en los mecanismos de observancia, lo que permite la circulación de productos piratas y falsificados, afectando gravemente a industrias creativas y tecnológicas; entre otros.
Además, indicó, aún está pendiente la aprobación de leyes necesarias para la plena implementación del TMEC, a pesar de que el acuerdo lleva cinco años en vigor. La falta de avance legislativo envía un mensaje de desinterés hacia los compromisos internacionales que México asumió como parte del tratado.
Fuente: La Jornada
