Jesús Utrilla / NV Noticias
De cara a la próxima elección del 1 de junio para la renovación del Poder Judicial, la candidata a magistrada del Tribunal Colegiado en materia civil, Andrea Martínez García, expuso su visión sobre una justicia más humana y sensible a las realidades sociales de cada persona.
Destacó que una de sus principales propuestas se centra en la impartición de justicia con equidad social, una perspectiva que busca ir más allá del trato igualitario formal, para tomar en cuenta las condiciones particulares de las personas, como su situación económica, género, origen étnico o incluso el idioma que hablan.
“La justicia no puede entenderse como un sistema que trata a todos por igual, cuando no todos parten desde el mismo punto. Debemos considerar las desigualdades estructurales que enfrentan muchas personas”.
Explicó que este enfoque requiere de un análisis individualizado de cada caso, con el fin de detectar si alguna de las partes pertenece a un grupo en situación de vulnerabilidad y, a partir de ello, asegurar que tenga las mismas oportunidades de defensa y acceso a la justicia.
Sobre los riesgos de parcialidad o manipulación del principio de equidad, la aspirante dejó claro que el papel de un juzgador no es inclinar la balanza a favor de alguien, sino corregir las asimetrías que pueden afectar el desarrollo justo de un juicio.
“Nuestro deber es nivelar el terreno para que cada parte tenga las mismas condiciones para litigar y defenderse”, explicó.
Uno de los puntos de su planteamiento es la inclusión de comunidades marginadas y personas que no hablan español. Recordó que, como parte de un tribunal de última instancia, se tiene la facultad de revisar a fondo los procedimientos judiciales y actuar si se detecta que alguna de las partes fue discriminada o no pudo ejercer plenamente sus derechos.
“Si encontramos que se vulneraron derechos fundamentales o que una persona no pudo defenderse en igualdad de condiciones, tenemos la facultad de ordenar una revisión o incluso otorgar la protección que busca”, añadió.
Martínez García concluyó reiterando su compromiso con una justicia más cercana, incluyente y empática, que no solo interprete la ley, sino que la aplique considerando las realidades complejas de la sociedad mexicana actual.
