Jesús Utrilla / NV Noticias
Las recientes medidas comerciales implementadas por Estados Unidos han marcado un nuevo capítulo en la relación económica con México.
Aunque estas políticas suponen desafíos para la industria nacional, también abren la puerta a oportunidades estratégicas para fortalecer la producción local y mejorar la competitividad global del país.
Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización (CADERR), habló la importancia de la colaboración entre el sector privado y el gobierno para afrontar estos cambios.
Durante una reunión con líderes empresariales, destacó el papel del Plan México, una estrategia diseñada para impulsar la industrialización mediante la generación de empleos, la optimización de procesos manufactureros y una mayor vinculación entre la educación y los sectores productivos.
“El Plan México es una estrategia de industrialización con metas muy específicas para lograr crecimiento con bienestar. Buscamos generar empleo, agregar más valor en la manufactura, incrementar los contenidos nacionales y fortalecer la relación entre la educación y los sectores estratégicos”, explicó Gómez Sierra.
La empresaria también hizo un repaso de los factores que han impactado el comercio global en la última década, desde la pandemia de 2020 hasta la crisis de semiconductores y el conflicto entre Rusia y Ucrania.
A ello se suma el reciente cambio de administración en Washington, lo que genera incertidumbre sobre el rumbo de la relación comercial entre ambos países.
Uno de los pilares clave en la estrategia de adaptación de México es la relocalización de industrias, conocida como nearshoring, que busca atraer inversiones extranjeras y aprovechar la cercanía geográfica con el mercado estadounidense para reducir costos logísticos y fortalecer las cadenas de suministro.
