En casa, Los niños son testigos silenciosos de lo que ocurre a su alrededor. Cuando observan violencia, insultos, agresiones y el incumplimiento de las obligaciones hacia ellos, esas experiencias no desaparecen: se acumulan en su interior, afectando profundamente sus sentimientos y su desarrollo emocional. Esta carga se refleja en agresiones en el entorno escolar y expresándolas con sus compañeros.
Cada niña y cada niño necesita: el tiempo y la atención de sus padres. Necesitan seguridad emocional, abrazos, palabras de amor, y la certeza de que son importantes para quienes más aman.
Recordemos que los delincuentes, los policías, los políticos, todos surgen de un mismo lugar: las familias.
Todos necesitamos sentirnos amados, abrazados y valorados, porque eso nos convierte en mejores personas.
ParaSerMejores
Dr. Jeremías Zuñiga Mezano
Experto en prevención del delito, la violencia y la seguridad ciudadana