A través del más reciente Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria, correspondiente al año 2023, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) expuso los principales aciertos y deficiencias en cada uno de los centros de reclusión del país.
El estudio contempló visitas de evaluación a penales ferales, prisiones militares y centros estatales. En estos últimos, las carencias fueron notoriamente superiores en comparación con los aciertos en materia de garantía y respeto a los derechos humanos.
De las 32 entidades, Querétaro fue la única que recibió una calificación mayor a ocho puntos (8.61 específicamente) en la escala del uno al diez diseñada por la CNDH por las condiciones bajo las que operan sus Centros de Reinserción Social (Ceresos).
En el rango medio de evaluación, de 6.0 a 7.9, se ubican el Estado de México, la Ciudad de México, Jalisco, Sonora, Nuevo León, Chihuahua, Veracruz, Michoacán, Guanajuato, Chiapas, Coahuila, Durango, Tamaulipas, Oaxaca, Morelos, Yucatán, Baja California Sur, Colima, Tlaxcala y Campeche.
Al fondo de la lista de evaluación de cárceles estatales (calificaciones de 0.0 a 5.9) se encuentran Baja California, Puebla, Hidalgo, Sinaloa, Guerrero, San Luis Potosí, Nayarit, Aguascalientes, Tabasco, Quintana Roo y Zacatecas. Es en estas últimas tres entidades donde se encuentran los centros penitenciarios peor calificados de todo el país.
Zacatecas obtuvo un puntaje a nivel estatal de 5.03, ya que 12 de los 13 Ceresos ubicados en su territorio tuvieron una baja evaluación. De todos, el Centro Penitenciario Social Distrital de Calera de Víctor Rosales es el peor posicionado, con una calificación de 3.99 puntos.
La CNDH consideró que en este lugar hay deficientes servicios de salud, alimentación de mala calidad, condiciones materiales y de higiene no adecuadas, falta de capacitación del personal carcelario y ausencia de reglamentos para regular el funcionamiento del centro. Además, no cuentan con actividades laborales, deportivas o educativas que fomenten la reinserción social de las personas privadas de su libertad (ppl). Los únicos aspectos positivos encontrados en esta penitenciaría fue la adecuada distribución de personas privadas de la libertad, así como la inexistencia de extorsiones y sobornos.
Fuente: Infobae
