A casi 10 años de la desaparición de los normalistas de Ayotzinapa, la Fiscalía General de la República (FGR) terminó de analizar genéticamente todos los restos pendientes recuperados del basurero de Cocula y ninguno correspondió a los estudiantes.
Asistentes a la reunión de ayer del presidente Andrés Manuel López Obrador con los familiares de los normalistas, indicaron que se informó que la FGR abrió las 32 cajas que resguardaban todos los restos que se procesaron en el basurero, donde según la llamada “verdad histórica”, de la antigua Procuraduría General de la República (PGR), habrían sido incinerados los estudiantes.
De los miles de restos, Servicios Periciales de la FGR determinó que sólo 5 eran viables para extraer ADN mitocondrial y tras confrontar la información genética se corroboró que ninguno era de los normalistas. De las demás evidencias se determinó que no contaban con materia orgánica susceptible de análisis genético.
anterior implica que la FGR ya desestimó para su estudio los 114 fragmentos óseos y odontológicos que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) pidió analizar en su Recomendación 15VG/2018, sobre el caso Ayotzinapa.
“Se sugiere a la Procuraduría General de la República que, en colaboración con el Instituto de Medicina Legal de la Universidad de Innsbruck, realice la obtención del perfil genético (nuclear y/o mitocondrial) de cada uno de lo 114 fragmentos óseos y odontológicos que se señalan en las conclusiones del presente informe”, indica la recomendación de la CNDH.
Según la CNDH, se trataba de 38 “porciones petrosas” del hueso temporal localizadas en el basurero, 3 fragmentos del mismo tipo pero localizadas en el río San Juan, 26 cóndilos mandibulares, 12 huesos ganchosos, 14 huesos semilunares, 10 órganos dentarios y11 fragmentos de mandíbula y maxilar.
Fuente: Milenio