Moisés Hernández Yoldi
Un salario digno es aquel que cubre las necesidades básicas de una familia.
Por años gobierno, empresarios y sindicatos pactaron para mantener el salario mínimo en niveles inaceptables e inmorales.
Ciertamente el salario no debe aumentar por decreto, pero tampoco debería de limitarse a través de un pacto copular.
Que sea el mercado el que marque la pauta de los salarios a partir de ingresos y utilidades, pero que sea el Estado el que establezca un salario mínimo que garantice una vida digna a quienes contribuyen con su trabajo, talento y tiempo para sostener y hacer crecer la economía de una nación.
