El controvertido proyecto de ley del gobierno británico para expulsar migrantes regulares a Ruanda quedó aprobado el lunes casi a medianoche en el Parlamento después de un maratoniano pulso entre las dos cámaras legislativas.
El primer ministro Rishi Sunak y su partido conservador estaban presionando para la adopción de este texto que obligará a los jueces a considerar a la nación del este de África como un país seguro para los migrantes expulsados.
También otorgará a las autoridades encargadas de decidir sobre las solicitudes de asilo la potestad de ignorar secciones del derecho humanitario internacional y británico y esquivar una decisión del Tribunal Superior de Justicia que consideró ilegal el proyecto.
El plan, lanzado en mayo de 2022 por el anterior gobierno de Boris Johnson, se enfrentó a una fuerte oposición en la Cámara de los Lores, un órgano consultivo que se encarga de examinar las leyes aprobadas en la Cámara de los Comunes.
Los miembros de la Cámara Alta criticaron el proyecto de ley como inadecuado y devolvieron numerosas veces el texto con enmiendas a la Cámara Baja.
Los lores solicitaron, por ejemplo, que un supervisor independiente determinara si Ruanda es realmente un país seguro o pidieron exenciones a la deportación para personas que trabajaron con el ejército británico en el extranjero, como los intérpretes afganos.
Pero los diputados de la Cámara de los Comunes, donde los conservadores disponen de mayoría, rechazaron cada una de las enmiendas y reenviaron el texto original a la otra cámara en un proceso conocido como “ping pong” parlamentario.
Finalmente, la Cámara de los Lores, cuyos miembros no son elegidos en comicios, cedió y poco antes de medianoche anunció que no iban a presentar más enmiendas, con lo que la ley será definitivamente aprobada una vez reciba el consentimiento real.
El gobierno de Sunak se encuentra bajo presión para reducir el número récord de solicitantes de asilo que cruzan el Canal de la Mancha en pequeñas embarcaciones desde el norte de Francia.
Fuente: Milenio