La flotilla con ayuda humanitaria para Gaza ha puesto rumbo de vuelta a su base en Chipre con buena parte de la carga sin entregar, tras el ataque israelí en el que el lunes murieron siete cooperantes de la ONG World Central Kitchen (WCK), según informaron a EFE este martes fuentes del operativo.
Antes del ataque se había logrado desembarcar unas 100 de las 400 toneladas que transportaba esta segunda misión del corredor marítimo de ayuda a Gaza, que partió el sábado pasado de Chipre, en el que colaboran WCK, fundada por el chef José Andrés, y la ONG Open Arms.
Previamente, World Central Kitchen había anunciado que interrumpía inmediatamente sus operaciones en la región y que tomaría pronto decisiones sobre el futuro de su actividad.
La ONG lleva cinco meses trabajando en Gaza, durante los que ha repartido decenas de millones de comidas entre la población gazatí.
De momento, los barcos están ya en ruta de regreso a Chipre, según confirmó a EFE Laura Lanuza, jefa de comunicación de la ONG española Open Arms, pero sin añadir más detalles.
“No se trata sólo de un ataque contra WCK, sino también contra las organizaciones humanitarias que intervienen en las situaciones más terribles, en las que los alimentos se utilizan como arma de guerra. Es imperdonable”, ha denunciado Erin Gore, directora general de World Central Kitchen, en un comunicado.
Esta ONG también aseguró que el equipo atacado se estaba desplazando en una zona de desescalada en vehículos debidamente señalizados con el emblema de WCK, y que sus movimientos estaban coordinados con las fuerzas israelíes.
Fuente: El Universal
