Edgard González Suárez
El pasado 05 de febrero, justo en la 107 conmemoración del aniversario de la Constitución Política de la República de México, AMLO presentó y culminó lo que para algunos sería su legado como presidente al pueblo de México. El legado reformista de López Obrador enfila sus baterías en sentido progresista y redistribuidor de la riqueza, del presupuesto e intenta posicionar una nueva correlación de fuerzas del país.
Se propone 20 reformas, varias de ellas, constitucionales y que van desde Pensiones, becas, salarios, energía, la guardia nacional, salarios, vivienda, incluso organismos autónomos.
La primera reacción a bote pronto por parte de la oposición fue de descalificación y menosprecio, paquete de reformas que no dudaron en llamar ocurrencias. Todo el sexenio se la han llevado descalificando las políticas públicas de AMLO como “ocurrencias”, palabra que tiene varias connotaciones y significados. Los cuales por supuesto, no favorecen al discurso opositor, porque una ocurrencia es algo que ocurre, que sucede o que acontece. Para la 4T, las ocurrencias son también oportunidades, coyunturas, genialidades, perspicacia, agudeza, ingeniosidad. Por supuesto que sabemos qué para la oposición, ocurrencia va en un sentido igual a chiste, broma, burla, algo no pensado con seriedad.
Y aquí, nuevamente, se vuelve a equivocar la oposición, que a tres meses de concurrir a las urnas nuevamente para elegir a un o una nueva mandataria para el país, se empeñar en negar, descalificar y ningunear las más de 147 obras de infraestructura, que incluyen al Tren Maya, al corredor transístmico, el AIFA, la refinería de dos bocas, presas, caminos y carreteras a más de 300 pueblos, antes sin vías de comunicación, en estados como Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tabasco, Campeche, Yucatán, Querétaro, Jalisco, Nuevo León, etc.
Con esta actitud, y manera de abordar su papel opositor, perdieron la oportunidad de plantear ofertas diferentes, alternativas y un proyecto distinto y diferente al planteado por AMLO.
Ahora, casi al final del sexenio, el ejecutivo envía un paquete de 20 reformas y de manera “ocurrente”, vuelve a poner sobre las cuerdas a una oposición que ni avanza en las preferencias electorales, ni atina a detener el sunami político de López Obrador.
El paquete de reformas, forman ya, parte de la historia de este país y de este presidente y pretenden, revertir las reformas neoliberales más costosas y perjudiciales para la calidad y nivel de vida de los mexicanos. Con este paquete de reformas, el presidente no sólo pretende pasar a la historia como un presidente reformista, sino también, con el sello de la justicia social.
Las reformas propuestas se pueden dividir en 4 categorías:
Política Social | Política económica | Política electoral, Judicial | Política Administrativa y de seguridad |
Pueblos indígenas y afromexicanos | Política Salarial y Pensiones | Reforma electoral para reducir gastos de campaña, regidores, y diputados y senadores plurinominales | La Guardia Nacional quede bajo la esfera de la SEDENA |
Becas a jóvenes en edad universitaria | Prisión preventiva oficiosa a los delitos contra la salud. | Ministros, Jueces y magistrados sean electos de manera directa por la población | Eliminación de Organismos autónomos: IVAI, CONEVAL. COFECE, IFT, CNH, CRE |
Adultos mayores y discapacidad | Prohibir el comercio de sustancias químicas como el fentanilo | Austeridad y homologación en las remuneraciones de los servidores públicos, para impedir, dobles funciones, y especial atención a los salarios del Poder Judicial. | |
Salud integral y vivienda | Reactivar las vías férreas y los trenes de pasajeros en los estados del sur del país | Simplificación administrativa para que la CONDUSEF pase a la Secretaría de Hacienda y la extinción de 16 órganos desconcentrados de la PRODECON | |
Devolver el carácter de empresa del Estado a la CFE |
Todo este paquete será discutido y votado por las cámaras de diputados, primero y luego la de senadores. Se espera en general que una mayoría de estas reformas pasen y las más controvertidas por la oposición, como organismos autónomos, CFE, Guardia Nacional, esperen la nueva correlación de fuerzas en las cámaras y se vuelvan a discutir y votar en el siguiente periodo de sesiones ya con una nueva presidenta al frente del país.