La inflación en México se aceleró por segundo mes consecutivo en diciembre para despedir el 2023 con una tasa de 4.66 por ciento anual, impulsada por la inflación no subyacente, de acuerdo con el INEGI.
Pese al rebote, el cual ya estaba en los pronósticos de los analistas, a lo largo del año se observó una moderación en el incremento de los precios, pues en el 2022 cerró en 7.82 por ciento anual.
No obstante, el dato de diciembre del año pasado fue mayor a lo previsto por el mercado, que pronosticó una tasa de 4.55 por ciento anual, según la encuesta más reciente de Citibanamex.
Respecto a noviembre, los datos del INEGI mostraron que la inflación se incrementó en 0.71 por ciento, su mayor incremento en 17 meses y muy por encima al 0.60 por ciento del consenso de analistas.
Para un mismo mes fue el incremento más elevado desde el 2011, cuando el INPC repuntó 0.82 por ciento.
“En general, fue un mal final de año, debido principalmente a shocks temporales a nivel no subyacente y efectos de base desfavorables. Dicho esto, el panorama de la inflación general continúa mejorando en el margen, y todavía esperamos que tanto la inflación general como la subyacente disminuyan consistentemente en los próximos meses”, destacó Andrés Abadia, economista en jefe para Latinoamérica de Pantheon Macroeconomics.
La inflación subyacente, que elimina precios más volátiles como los agropecuarios y energéticos, se ubicó en 5.09 por ciento anual, desde 5.30 por ciento de noviembre, por lo que ligó 11 meses moderándose. Además, estuvo por debajo del 5.14 por ciento previsto por especialistas.
Comparado con diciembre, pero del 2022, también se observó un enfriamiento de las presiones, pues en ese año se ubicó en 8.35 por ciento anual.
De la subyacente, las mercancías anotaron una inflación de 4.89 por ciento anual, con lo que ligó 13 meses a la baja, pero los servicios se aceleraron a 5.33 por ciento, desde 5.28 por ciento de noviembre.
En cuanto la inflación no subyacente, esta fue de 3.39 por ciento anual, desde el 1.43 por ciento de noviembre y por encima del 2.79 por ciento previsto por el mercado.
Los precios de los productos agropecuarios reportaron una inflación de 5.66 por ciento anual, su tasa más elevada en ocho meses; al tiempo que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno se aceleró a 1.46 por ciento, desde el 0.24 por ciento previo.
Fuente: El Financiero