La presidenta de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra, afirmó que la creación del fondo de pérdidas y daños de las Naciones Unidas para atender las catástrofes causadas por el cambio climático representa un primer paso, pero sostuvo que aún se deben resolver desafíos sobre su financiamiento y distribución de recursos.
En el marco de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP28) de Dubái, los representantes de los países participantes acordaron poner en marcha el fondo destinado a financiar las pérdidas y daños de los países vulnerables, a fin de mitigar las tensiones entre el norte y el sur.
Al referirse a dichos acuerdos, la diputada Guerra señaló asimismo la importancia del Protocolo Parlamentario para la Reducción de Riesgos por Cambio Climático, publicado por la Organización de Naciones Unidas (ONU), y dijo que éste es un llamado al trabajo de los parlamentos a abordar y ocuparse del tema.
“En esta Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, México, junto con otros países, actualizamos compromisos que debemos traducir en legislaciones efectivas, que conduzcan a una transición energética sostenible y la reducción significativa de la dependencia de combustibles fósiles, este es nuestro reto como LXV Legislatura”, remarcó.
La legisladora del PRI subrayó que, por nuestra experiencia como nación, sabemos que no es suficiente la voluntad y la capacidad financiera para atender desastres, sino que es igualmente importante la acción oportuna, pues dilatar las respuestas, retrasar inversiones y la canalización de ayuda hacen que los fenómenos naturales tengan repercusiones todavía mayores:
“Los damnificados prolongan su doloroso estado de indefensión y vulnerabilidad”, dijo.
Instó por ello a trazar el camino para conocer debidamente los riesgos, generar capacidades locales, gestionar las respuestas y mejorar la calidad de atención ante desastres y emergencias ambientales.
“Tenemos que hacer de nuestros parlamentos verdaderas cajas de resonancia, propiciar que sean un espacio de análisis responsable y profundo sobre la materia, centros que incrementen la conciencia ambiental de la sociedad, que impulsen las acciones de los gobiernos, para evitar que sigan sin cumplir metas y propósitos en la materia”, indicó.
Fuente: Milenio