Los decomisos de fentanilo en la frontera sur de Estados Unidos se han desplomado sostenidamente desde que en abril pasado el gobierno de Joe Biden levantó cargos en contra de 28 miembros del Cártel de Sinaloa, incluidos los tres hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, por inundar las calles del país con esa droga.
De acuerdo con cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por su sigla en inglés), los aseguramientos de fentanilo en los cruces fronterizos cayeron 58.6 por ciento en apenas medio año, pues pasaron de mil 445.5 kilogramos asegurados en abril a solo 598 kilogramos en octubre pasado.
Apenas el 14 de abril pasado, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos anunció esfuerzos para capturar a los hermanos Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, así como al ahora extraditado Ovidio Guzmán López “por inundar los Estados Unidos con fentanilo para abastecer a los adictos en las calles”.
Desde el anuncio de las autoridades estadunidenses las cantidades de fentanilo que eran decomisadas por la CBP disminuyeron sin freno alguno, pues en los últimos seis meses se registran caídas mensuales consecutivas en los aseguramientos realizados en la frontera sur de Estados Unidos.
Las estadísticas oficiales reportan que en abril de este año los agentes de la Patrulla Fronteriza lograron el mayor aseguramiento en lo que va de la lucha contra el fentanilo con mil 445 kilogramos de esta droga, para mayo los esfuerzos de seguridad dieron como resultado la detención de mil 202 kilogramos y una reducción de solo 243 kilos de mes a mes.
Para el especialista en temas del crimen organizado, David Saucedo, la reducción de los decomisos por parte del CBP y el deslinde que hizo el grupo criminal sobre su participación en el tráfico forman parte de una estrategia en donde “Los Chapitos comprendieron que debían hacer un poco de concesiones al gobierno de Estados Unidos”.
Sin embargo, las presiones norteamericanas se hicieron más notorias en junio cuando Anne Milgram, jefa de la Administración para el Control de Drogas (DEA por su sigla en inglés), aseguró que los cuerpos de seguridad estadunidenses habían infiltrado el Cártel de Sinaloa y específicamente en la red de operación de Los Chapitos con acceso a los más altos mandos de la organización.
Fuente: Milenio
