Fiscales estadunidenses planean utilizar como evidencia judicial conversaciones que interceptaron a sicarios de Guerreros Unidos durante y después de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, como parte del proceso contra Adán Zenén Casarrubias Salgado, El Tomatito, uno de los líderes históricos de esa agrupación criminal.
Documentos judiciales consultados detallan que el Departamento de Justicia quiere utilizar los chats, obtenidos de Blackberrys intervenidas, como evidencia del tráfico de drogas que Guerreros Unidos realizaba de Iguala, Guerrero, a la ciudad de Chicago. Se trata de comunicaciones que sólo se conocen parcialmente y que podrían revelar nueva información clave para el Caso Ayotzinapa.
En las conversaciones que se han hecho públicas, se detalla cómo varios miembros del cártel estaban al tanto de lo que sucedía en Iguala.
FECHA: 1° DE OCTUBRE DE 2014
PIN 2A0AA879 Silver (Adán Zenén): “Si como sigue la cosa”
PIN 29C4F35A Romeo (Gildardo López Astudillo): “Muy muy caliente”
PIN 2A0AA879 Silver (Adán Zenén): “Abranse”
SIN FECHA CONOCIDA
PIN 2A0AA879 Silver (Adán Zenén): “Que sierren las carreteras con los transpotistas para que aiga presensia del gobierno federal (…) Que sea la de chilpo y la del mole”
PIN 29C4F35A Romeo (Gildardo López Astudillo): “Para tomar huellas y arraigarlos. Si sr el puto procurador esta con aquellos mierdas los paquetes ya dijeron que el carrete les pago traen gente de morelos”, se lee en conversaciones que involucran a dichos operadores del Cártel, donde se presume que los paquetes serían los estudiantes. López Astudillo es, actualmente, colaborador activo de las autoridades mexicanas dentro del caso, y se encuentra en libertad.
Ante la posibilidad de la difusión de decenas de diálogos entre dirigentes de GU, la defensa de El Tomatito exigió al juez Matthew F. Kennelly, quien llevará a cabo el juicio,que prohíba cualquier referencia a la desaparición de los estudiantes, o que los testigos hablen al respecto.
“Ambas partes deben ser advertidas de informar a sus testigos que no se mencione o se haga alusión a la desaparición de los estudiantes, y ambas partes deben ser advertidas de evitar preguntar a los testigos en cualquier forma que pudiera referirse a dicho testimonio”, solicitó la defensa de Adán Casarrubias.
Hasta el momento esa decisión sigue bajo análisis del juez Kennelly, quien tiene en sus manos la posibilidad de que el juicio sirva para esclarecer más elementos sobre lo ocurrido en 2014 con los estudiantes desaparecidos
El juicio comenzará a partir del 4 de marzo de 2024, según se ha indicado como parte del proceso que se realiza en la Corte del Distrito Norte de Illinois. Casarrubias Salgado enfrenta 9 cargos por tráfico de heroína y dos por lavado de dinero, tras ser acusado formalmente después de ser extraditado desde México en mayo de 2022.
Según las autoridades estadunidenses, entre 2012 y noviembre de 2014, junto a otros líderes de Guerreros Unidos, entre ellos sus hermanos Mario y Ángel, El Tomatito encabezó el traslado de heroína escondida en autobuses de pasajeros hacia Estados Unidos.
Esto dio pie a la hipótesis del llamado “quinto autobús” por parte del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, que sostiene que uno de los camiones que tomaron los normalistas de Ayotzinapa, la noche del 26 de septiembre, pudo haber estado cargado con droga oculta.
Tras la detención de Mario Casarrubias en abril de 2014, quien encabezaba las operaciones de Guerreros Unidos, Adán y Ángel quedaron al frente de los negocios.
Una vez que la droga entraba en Estados Unidos, otros operadores en ese país escondían los paquetes en casas de seguridad en Aurora y Batavia, Chicago, con ganancias superiores a los 700 mil dólares por un par de autobuses. El dinero en efectivo era enviado a México de la misma forma, en camiones de pasajeros.
La Administración para el Control de Drogas (DEA) logró obtener un testigo colaborador, quien trabajaba para Guerreros Unidos en Estados Unidos y se encargaba de recibir los cargamentos, distribuir la droga, recolectar el dinero y enviarlo de vuelta.
Fuente: Milenio
