Por Jorge Luis Malpica Ortiz
Terminó el proceso para ungir a la futura candidata de la coalición oficialista (Morena, PVEM y PT) con más incertidumbres que certezas por la negativa de Marcelo Ebrard en aceptar que la ganadora de las encuestas que realizaron fue Claudia Sheinbaum. Más allá de irnos al análisis de todas las suposiciones que se han vertido con relación a lo que va o puede llegar a hacer Marcelo en un futuro mediato, nos vamos a abocar en esta ocasión a analizar los resultados de las dos elecciones pasadas para ver a quién en realidad afectaría más la ruptura definitiva de Ebrard con Morena.
Para realizar este ejercicio, nos vamos a basar en el estudio que realizó nuestro amigo Luis Enrique Villalobos, abogado especialista en materia electoral y también colaborador de Nvnoticias.mx y de nuestro programa de radio. Luis Enrique nos expone que “En la elección del 2018 había nueve partidos políticos y cuatro candidatos presidenciales, de los cuales tres fueron de partido (Anaya, López Obrador y Meade) y uno independiente (El Bronco); una lista nominal de 89 millones de electores, en donde votaron 56 millones que representaron el 63%. Se obtuvieron los siguientes resultados: sumando la votación que tuvo el PAN, PRD y PRI como partidos en el 2018, obtuvieron un total de 19 millones 276 mil votos, en comparación con la sumatoria de Morena, PT y PVEM que tuvieron un total de 29 millones 634 mil votos. Es decir, Morena y aliados tendrían 10 millones de votos de diferencia, lo cual parecería una diferencia abismal, si mantuvieran la misma cantidad de votos para esta elección. Cabe señalar que Morena obtuvo 25 millones de votos por sí solo. ¿Cuántos votos tuvo MC? Un millón, más otros cuatro millones de votos que se repartieron entre Nueva Alianza, Encuentro Social y El Bronco. Con esto, si se repitiera este número de votos (MC, Nueva Alianza, Encuentro Social y El Bronco) sumando todos los de la oposición, aún así Morena y aliados tuviera una diferencia de 5 millones de votos.”
Es interesante el dato que plantea Luis Enrique porque hace el análisis sobre el voto duro de cada coalición, es decir sobre la base de votantes que tienen y que prácticamente, pase lo pase, siempre van a votar por ellos. Bajo este tenor, Villalobos hace la siguiente exposición: “¿Y qué pasó en las elecciones intermedias del 2021? La lista nominal subió a 93 millones y votaron 50 millones de electores, que representa un aproximado del 52%. La sumatoria de votos del PAN, PRI y PRD de manera individual y alianza fueron de 19 millones 300 mil votos en comparación con la sumatoria de Morena, Verde y PT que obtuvieron 20 millones 900 mil votos. La diferencia entre el bloque oficialista y la oposición se redujo a 1 millón 600 mil votos. MC obtuvo 3 millones de votos, 2 millones más de la elección del 2018.
De lo anterior se aprecia que el PAN PRI y PRD han mantenido cerca de 20 millones de votos constantes a su favor en dos elecciones continuas, MC va a la alza y Morena y aliados han perdido cerca de 9 millones de votos, propios al desgaste de ser Gobierno.
¿Qué nos espera en las elecciones del 2024? En las elecciones del 2012 votaron el 63% de la lista nominal, en el 2018, nuevamente votaron el 63% la lista nominal. A septiembre del 2023 hay 96 millones electores y si seguimos con esa tendencia de votar al menos el 60% de los ciudadanos, estamos hablando que se espera 57 millones de votantes para el 2024. De esos 57 millones, 20 millones son voto duro de oposición PAN-PRI-PRD, 21 millones de votos duro para el oficialismo, quedando a convencer a 16 millones de electores.
Bajo estas condiciones, Marcelo Ebrard puede ser determinante para el resultado de la elección. Si bien el Presidente ha señalado que si Marcelo se postulará le restarían más votos a la oposición que al oficialismo, lo dicho por el Ejecutivo es incierto, ya que la salida de Ebrard de Morena representaría al menos el 20% de sus votos partidistas (de conformidad con los números de las elecciones internas) y la brecha entre la oposición (PAN-PRI-PRD) con el oficialismo (Morena-PT y PVEM) se reduciría drásticamente. Por consiguiente, si Marcelo Ebrard se postulará por otro partido restaría más votos al oficialismo que a la oposición.”
Esta postura que presenta Luis Enrique Villalobos retrata el nerviosismo que tienen en Palacio Nacional de una posible ruptura de Marcelo con la 4T, aunque el presidente afirme que mandaría a Xóchitl a una tercera posición. La realidad de estos números es que la disputa por los distintos puestos de elección y por la presidencia, por supuesto, va a estar muy cerrada, es por ello que las candidatas van a tener que hacer una campaña alentadora y, sobre todo, atractiva para esos 16 millones de votantes flotantes que esperemos salgan a votar el primer domingo de Junio del 2024 si quieren ganar la elección.
