La economía mexicana creció 3.6 por ciento anual en el segundo trimestre de este año, con la industria de la construcción, el comercio y las manufacturas como los principales motores, ya que en conjunto aportaron casi la mitad al dinamismo de la actividad productiva.
Si bien el dato observado entre abril y junio fue menor al 3.7 por ciento anual del inicio del año, la actividad sigue mostrando un crecimiento sólido, lo que refuerza las perspectivas para todo el 2023.
El Producto Interno Bruto (PIB) de las actividades secundarias anotó un crecimiento de 3.9 por ciento anual, muy por encima del 2.6 por ciento de la estimación previa.
Al interior de la industria, laconstrucción tuvo una expansión de 13.7 por ciento anual, que sería su mejor dato desde el cierre de 1996, si no fuera por los rebotes de 38.4 y 14.0 por ciento en el segundo y tercer trimestre del 2021 por efecto de la baja base de comparación, tras la crisis ocasionada por la pandemia. Su crecimiento aportó 0.74 puntos base al avance del PIB.
Laindustria manufacturera avanzó 1.8 por ciento, y aportó 0.38 puntos al crecimiento del PIB.
El impulso de la construcción responde a las obras del sector público como el Tren Maya o la refinería Olmeca, con efectos que pueden perdurar hasta mediados del 2024, dijo Montserrat Aldave, economista principal de Finamex a El Financiero Bloomberg.
“Un riesgo al alza es la construcción, sobre todo en obras de ingeniería civil. Vamos a ver un impulso por lo menos de aquí a la mitad del próximo año porque las megaobras tienen que entrar en operación a finales de 2024, forzosamente vamos a ver este indicador con mucha fortaleza”, añadió.
Para Andres Abadia, economista en jefe para Latinoamérica de Pantheon Macroeconomics, la fortaleza del sector de la construcciónestá respaldada por el nearshoring, que desafió el mensaje de las encuestas empresariales y la desaceleracióndel sector manufacturero estadounidense.
Fuente: El Financiero