Se registró un robo la madrugada del viernes en una sucursal del Banco del Bienestar ubicada en el Centro Histórico de Morelia, en Michoacán, lo que dejó un total de mil 213 adultos mayores sin recibir en efectivo su pensión correspondiente al bimestre de julio y agosto.
De manera extraoficial, los primeros reportes refieren que los delincuentes se llevaron al menos siete millones de pesos destinados para el pago de programas sociales.
Sin embargo, la Delegación de la Secretaría de Bienestar en Michoacán, a cargo de Roberto Pantoja Arzola, no ha confirmado la cifra.
Al lugar acudió personal de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado, Policía Municipal y Fiscalía General del Estado, quienes iniciaron con las investigaciones correspondientes.
De acuerdo con la Delegación de la Secretaría del Bienestar en esa entidad, tenían previsto finalizar ayer con el pago de la pensión a los adultos mayores para ese periodo y ahora se reprogramará.
Debido al incidente en la sucursal ubicada en calles Abasolo y Guerrero, en el Centro Histórico de Morelia, las personas beneficiadas de los municipios de Indarapeo, Zinapécuaro y la localidad de El Ahijadero, en Madero, tendrán que esperar su recurso que, según confirmó personal de la Delegación de la Secretaría de Bienestar, está garantizado.
Además, personas con discapacidad y mujeres inscritas al programa Madres Trabajadoras, también fueron afectadas, pues quienes no tengan la tarjeta del bienestar tendrán que esperar el anuncio de una nueva fecha de pago.
No obstante, se prevé que, para el siguiente bimestre, los mil 213 adultos mayores que fueron afectados por el robo tengan su tarjeta y se sumen a los 85 mil bancarizados en la región.
En tanto, el cajero automático que se ubica a un costado de las oficinas opera con normalidad, aunque se registraron largas filas.
Luego del incidente, la atención en la sucursal fue suspendida y se reiniciará el lunes; el lugar quedó resguardado por elementos de la Policía Municipal de Morelia, quienes efectuarán las primeras indagatorias.
Fuente: Milenio