El control de las exportaciones chinas de materiales utilizados en la fabricación de chips es “sólo el principio”, dijo el miércoles un influyente asesor de política comercial, en un momento en que China intensifica su lucha tecnológica con Estados Unidos, y días antes de que la secretaria del Tesoro estadounidense, Janet Yellen, visite Pekín.
Las acciones de algunas empresas metalúrgicas chinas subieron por segunda sesión consecutiva, con los inversores apostando a que la subida de los precios del galio y el germanio, afectados por las restricciones a la exportación de Pekín, podría aumentar los ingresos.
El germanio se utiliza en chips informáticos de alta velocidad, plásticos y aplicaciones militares como dispositivos de visión nocturna y sensores de imágenes por satélite. El galio se emplea en la construcción de radares y dispositivos de radiocomunicación, satélites y LED.
El abrupto anuncio de China de imponer controles a partir del 1 de agosto a las exportaciones de algunos productos de galio y germanio, también utilizados en vehículos eléctricos y cables de fibra óptica, ha hecho que las empresas se apresuren a asegurarse el suministro y ha disparado los precios.
Anunciado en vísperas del Día de la Independencia de Estados Unidos y justo antes de la visita prevista de Yellen a Pekín a partir del jueves, los analistas señalaron que estaba claramente programada para enviar un mensaje a la administración Biden, que ha puesto en su punto de mira al sector chino de los chips y ha presionado a aliados como Japón y los Países Bajos para que sigan su ejemplo.
La medida de China también ha suscitado inquietud por la posibilidad de que se impongan restricciones a las exportaciones de tierras raras, señalando el modo en que China frenó los envíos hace 12 años en una disputa con Japón. China es el mayor productor mundial de tierras raras, un grupo de metales utilizados en vehículos eléctricos y equipos militares.
Los analistas han descrito la medida del lunes como la segunda, y hasta ahora la mayor, contramedida de China en la larga lucha tecnológica entre E.U. y China, después de que en mayo prohibiera a algunas industrias nacionales clave comprar al fabricante estadounidense de chips de memoria Micron.
El miércoles, el exviceministro de Comercio Wei Jianguo declaró al diario China Daily que los países deberían prepararse para más si siguen presionando a China, y describió los controles como un “golpe fuerte bien pensado” y “sólo un comienzo”.
El Ministerio de Comercio chino no respondió a la petición de más comentarios.
Washington está estudiando nuevas restricciones al envío de microchips de alta tecnología a China, tras una serie de restricciones impuestas en los últimos años.
También se espera que Estados Unidos y los Países Bajos restrinjan aún más las ventas de equipos de fabricación de chips a China, como parte de los esfuerzos para evitar que su tecnología sea utilizada por el ejército chino.
Fuente: Forbes