Florida se volverá un estado ultraconservador desde este sábado con la entrada en vigor de una batería de leyes que son un fiel reflejo de las posiciones en inmigración, armas, educación o pena de muerte del gobernador Ron DeSantis, quien aspira a ser el próximo presidente de Estados Unidos (EU).
Unos 200 proyectos de ley aprobados este año por el Congreso estatal, de mayoría republicana, empezarán a regir a partir del 1 de julio, entre ellos algunos de postura ultraconservadora, de los que la oposición demócrata alega que forman parte de la “agenda política” del gobernador de cara a las primarias republicanas de las que saldrá el nominado por este partido para las presidenciales de 2024.
En cada acto de campaña por EU, DeSantis resalta que bajo su gobierno Florida se ha convertido en un “estado libre” y menciona leyes que, en la práctica, son restrictivas: prohíben el tránsito de indocumentados o que se aborden cuestiones de género en las escuelas, por dar algunos ejemplos.
La ley 1718 penaliza a quien transporte indocumentados a Florida y a quienes los contraten y obliga a hospitales y clínicas a recoger información sobre el estatus migratorio de sus pacientes, entre otros puntos.
Muchos inmigrantes han preferido irse de Florida antes que vivir con miedo a la deportación.
La Fundación 15 de Septiembre, que vela por los hondureños radicados en Estados Unidos, calcula que un 35% de los indocumentados de esa nacionalidad que había en Florida ya están asentados en Georgia y Carolina del Norte, según dijo a EFE su presidente, Juan Flores.
Fuente: Forbes
