La tormenta tropical Bret dejó a primera hora del viernes fuertes vientos y lluvias en las islas del Caribe oriental, que se preparaban para posibles deslaves e inundaciones.
El vórtice de la tormenta estaba al oeste de San Vicente y al oeste-suroeste de Santa Lucía y se movía en dirección oeste a 28 kilómetros por hora, con vientos máximos sostenidos de 95 km/h.
En San Vicente, Santa Lucía, Dominica, Martinica y otras islas caribeñas, los aeropuertos, negocios, escuelas y oficinas suspendieron su actividad a mediodía del jueves.
Ralph Gonsalves, primer ministro de San Vicente y las Granadinas, había instado a la población a acudir a un albergue del gobierno si creían que su vivienda no resistiría los fuertes vientos y lluvias.
“Estas tormentas pueden cambiar con bastante rapidez”, advirtió.
Los meteorólogos habían indicado que el meteoro podría pasar directamente sobre Santa Lucía, que está al norte de San Vicente, pero su trayectoria cambió hacia el sur durante la noche.
“Protejan sus vidas, sus propiedades y sus medios de subsistencia”, dijo el primer ministro de Santa Lucía, Philip Pierre.
Residentes en la isla llenaron los tanques de combustible de sus vehículos y se abastecieron de agua y alimentos enlatados.
El Caribe también estaba atento a la tormenta tropical Cindy, que viene detrás de Bret, aunque las previsiones indican que tomará una trayectoria hacia el noreste del Caribe, a mar abierto. Ese meteoro tenía vientos máximos sostenidos que rondaban los 65 km/h (40 mph) el jueves en la noche y se espera que gane algo de fuerza.
Nunca antes se habían formado dos tormentas en el océano Atlántico tropical en junio, señaló el meteorólogo Philip Klotzbach, de la Universidad Estatal de Colorado.
Fuente: El Financiero
