Edgard González Suárez
La Nueva Escuela Mexicana es un proyecto de reforma educativa que pretende sostenerse en un objetivo estratégico: ser un proyecto integral. En varios sentidos pretende promover la excelencia en el aprendizaje, la inclusión, ser equitativo, colaborativo y pluricultural. Es un proyecto que pretende INTEGRAR favorablemente la interacción de los 4 ejes estratégicos de todo proyecto educativo. Los contenidos de aprendizaje, los maestros, los alumnos y la comunidad. Y me parece, porque lo he oído de muchos maestros, que piensan, que como proyecto no tiene nada de innovador, de propositivo, o de seguro, como he escuchado en varios momentos, que es “la misma gata pero revolcada”.
Estoy convencido de que debemos ser un poco más juicioso, un poco más analíticos y quizá, un poco más serenos en nuestros juicios y opiniones. No descarto que haya mucho material y sobre todo mucho discurso similar, parecido o incluso igual a lo contenido en otros documentos, pero deberíamos de ir o detenernos en aquello que sí podría ser distinto, diferente y hacer de la NEM un proyecto con ánimo y propósitos diferentes.
Pero a mí me gustaría abordar el tema de los jóvenes, de los jóvenes de estas nuevas generaciones y sobre todo de los jóvenes de las generaciones futuras que estarán en las aulas, estarán en bachillerato y la universidad.
Una de las caracterizaciones más frecuentes que oigo sobre los jóvenes es que están distraídos con las redes sociales, que no están interesados por el estudio o las carreras profesionales, que han renunciado al conocimiento y al aprendizaje, que no leen más de 200 palabras; estas generaciones ya no compran ni leen libros, su aprendizaje es disperso, fragmentado, insuficiente y volátil, no les importa trabajar, se han quedado a vivir con sus padres, a veces, hasta los 30 o 40 años; no duermen o duermen 3 0 4 horas al día, que han asumido prácticas sexuales diversas y riesgosas, que han neutralizado sus sentimientos y emociones, carecen de empatía, abandonaron la televisión, el cine y la radio, se asumen como “independientes” y esto, en la mayor parte de las veces, significa, “solo sigo mis instintos, nadie me orienta, ni me tiene que decir lo que debo hacer o a donde debo llegar”, ya no van tiendas, sus compras las hacen en línea, quieren más a su smartphone que a sus padres, cada vez más se vuelven consumidores de algún tipo de droga y viven una en una ficción, en el mundo virtual, porque el mundo real es un mundo que ya no les motiva, ya no ven, ni alcanzan a entender, un futuro incierto y muy pero muy lejano.
De entrada, diremos que esta generación es una generación “nativa digital”. La Generación X es la vivió sus años juveniles y estudiantiles en los años 80’s, los años de crisis, desempleo, deuda externa y la llegada del neoliberalismo.
La Generación Y es la que vivió sus años juveniles y estudiantiles en los años 90´s, el fin de la Unión Soviética, la globalización, la llegada de la era digital y las grandes empresas del Silicón Valley, las ingenierías en sistemas, el cambio climático, la era de los cárteles de las drogas, los negocios ilegales y la corrupción de la vida civil y política. Los llamados Milenials.
La Generación Z es la generación que nació al inicio del siglo XXI y actualmente vive en los 20´s y son precisamente los que ya nacieron en un mundo digital, los videojuegos 4K, una generación marcados por la violencia, adoptaron al teléfono inteligente como parte de su vida, habitan y crean sus relaciones sociales a través de las redes sociales, son nativos de Telegram, tiktok, WhatsApp, teams. Han perdido aprecio por la familia, la religión y el estado y los valores tradicionales, pero sobre todo hay una permanente crisis de identidad. Hoy tienen entre 25 y 35 años. Este grupo es con el que estamos lidiando hoy en día por que son “niños” que van desde los 13 a los 25 años.
La generación Z o los Screenagers, se declara abiertamente “liberal”, aceptan sin prejuicios el homosexualismo, el poliamor (conjunto de prácticas y relaciones sexuales que incluyen la homosexualidad, la bisexualidad y las relaciones sexuales simultáneas entre tres o cuatro “novios y novias”), la transición identitaria, están renunciando al matrimonio, a tener hijos y a sostener relaciones de pareja a largo plazo.
Aquí es donde pregunto ¿estamos los docentes preparados, actualizados, para hacer frente a esta generación?
En el campo educativo, estos jóvenes prefieren los tutoriales de YouTube que las clases en aula, no hay distinción acerca de los contenidos; aprenden, cualquier cosa que esto signifique, a partir de cápsulas, de tres o cuatro ideas, expuestas en 3 o 5 minutos, pero siempre acompañadas de imagen y de audio. Están hartos del profesor y sus exposiciones al frente de la clase. Estos chicos nacieron en y con internet, de ahí que tengan habilidades prácticas para la navegación, el conocimiento de motores de búsqueda, distintos tipos de páginas, aplicaciones, y forman “grupos” virtuales” con personas de otros lugares y latitudes. Son fans de los videocast, de audios y del intercambio de fotografías. Para esta generación su principal herramienta de trabajo escolar es el teléfono inteligente (más accesible), pero también la Tablet y la laptop. Aunque pierden mucho tiempo y energía buscando y distrayéndose en otros temas.
Creo que con esta imagen de los chicos que tenemos en el bachillerato y la universidad. Los docentes, no hemos preparado las herramientas adecuadas para lograr los aprendizajes deseados según los objetivos curriculares de cada subnivel educativo. Y hacia allá, debería apuntar la NEM.