La Semana Santa instaló el suspenso. Después de varias reuniones, el Consejo General del Instituto Nacional Electoral acordó definir hasta el próximo lunes la integración de las comisiones, desde donde se vigilará el uso de los recursos públicos y las trampas de los procesos electorales en curso.
El acuerdo es que las tres nuevas consejerías, definirán cuáles vacantes quieren ocupar en las nueve comisiones permanentes. Donde la más urgente, es la Comisión de Quejas y Denuncias que debe emitir medidas cautelares y que tiene casos pendientes sobre las elecciones en curso de Coahuila y el Estado de México, pero también, decenas de quejas contra aspirantes presidenciales, las llamadas corcholatas y hasta el presidente Andrés Manuel López Obrador.
La disputa por las presidencias de las comisiones siempre ha sido motivo de fricciones y confrontaciones. En septiembre del año pasado, en la renovación legal de la integración, la consejera Carla Humphrey detonó un debate al acusar “cotos de poder” en las presidencias, señalando que las mismas consejerías, de hecho, dos de las que salieron el pasado lunes, Adriana Favela y Ciro Murayama se aferraban a mantener el control.
Favela es, de hecho, la única consejera que en todo su cargo de nueve años se resistió a dejar las comisiones de Quejas y Fiscalización. Por lo que varias consejeras se quedaron en minoría, al intentar frenar el acuerdo con el que aprobaron que no renovar las comisiones, bajo la excusa de que las nuevas integraciones no serían de un año ya que en abril sería el cambio del Consejo General.
Esta vez, la consejera Rita Bell López y los consejeros Jorge Montaño y Arturo Castillo definirán en cuáles comisiones quieren sumarse y con las integraciones completas, definirán quién las presidirá y se votarán en el Consejo General el próximo lunes para que retomen funciones el martes,después de que quedaran suspendidas el pasado 3 de abril.
Fuente: Milenio