Tras la difusión de una columna de humo color amarillo y “olor desagradable” en Cadereyta, Nuevo León, Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que todo se trató de un desfogue controlado de su refinería y que no había riesgo para la población.
La empresa detalló que durante siete minutos se liberó el humo como parte de un procedimiento preventivo, y que el contenido era 99% vapor de agua y 1% remanente de hidrocarburo; el último compuesto es lo que dio el color amarillo a la columna de vapor.
Sin embargo, Samuel García, gobernador de Nuevo León, señaló que no descartan aplicar sanciones contra la refinería de Cadereyta, debido a que las emisiones de humo han sido constantes y se ha registrado un aumento en los indicadores de contaminación.
Según el monitoreo del Sistema Integral de Monitoreo Ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente de Nuevo León, hubo un incremento de las emisiones contaminantes durante las noches.
La administración local indicó que a pesar de la injerencia federal tienen la facultad de cerrar la refinería de Pemex, con fundamento en el artículo 230 de la Ley Ambiental de Nuevo León.
Fuente: Infobae
