Una bomba estalló el sábado durante una ceremonia de entrega de premios a periodistas en la ciudad afgana de Mazar-e- Sharif, causando la muerte de al menos una persona y heridas a otras ocho, entre ellas niños, informaron las autoridades.
El ataque ocurrió en el centro Tabian Farhang de la ciudad, que es capital de la provincia de Balkh, mientras los periodistas se reunían para el acto a las 11:00 de la mañana, precisó Mohammad Asif Waziri, el vocero policial regional nombrado por los talibanes.
El portavoz del Ministerio del Interior, Abdul Nafi Takor, dijo más tarde que cinco periodistas y tres niños resultaron heridos. La explosión mató a un guardia de seguridad, precisó.
El atentado se produjo dos días después de otra explosión registrada en la ciudad que acabó con la vida del gobernador, Daud Muzmal, y de otras dos personas. Cuatro más resultaron heridas.
Entre los periodistas heridos estaba Najeeb Faryad, un reportero de la televisora Aryana News que dijo que sintió como si algo le golpeara la espalda, seguido de un sonido ensordecedor antes de caer al piso.
Hujatullah Mujadidi, quien encabeza la Asociación de Periodistas Libres de Afganistán, dijo que el centro cultural en Balkh realizó el evento para galardonar al personal de los medios del norte del país. Dijo que 14 periodistas resultaron heridos.
La asociación pidió a las autoridades que brinden más atención a la seguridad de los periodistas en la capital y las provincias, agregó Mujadidi.
“Los periodistas son la verdadera voz del pueblo afgano. Un ataque a la vida de los periodistas es un ataque a la libertad de expresión y al pueblo afgano”, declaró.
La misión de la ONU en Afganistán condenó el ataque, al que calificó de “despreciable” e “inaceptable”. Expresó sus condolencias por las víctimas y la pronta recuperación de los heridos. “La violencia debe cesar. Los reporteros afganos muestran un coraje inmenso y deben ser protegidos”, tuiteó la misión de la ONU.
Nadie reivindicó de momento el ataque, pero la filial regional del grupo extremista Estado Islámico, conocida como Estado Islámico en la provincia de Jorasán, es uno de los principales rivales del Talibán gobernante.
El grupo extremista ha incrementado sus ataques en el país desde que los talibanes asumieron el control del país en agosto de 2021. Entre sus objetivos están las patrullas talibanas y los miembros de la minoría chií afgana.
Fuente: Milenio