Novak Djokovic inicia este lunes su semana N°377 como número uno del mundo del ranking ATP, las mismas que consiguió estar en la cima WTA la alemana Steffi Graf, la jugadora que más ha perdurado en lo alto de la clasificación mundial a lo largo de la historia del tenis.
Hasta ahora, la germana, que cerró su carrera con 22 títulos del Grand Slam entre los 107 trofeos que levantó en su recorrido, era la deportista que más tiempo acumuló como número uno. Djokovic ya le ha dado caza. Y dentro de siete días, el balcánico de 35 años, será el tenista, masculino y femenino, con mayor número de semanas en el primer lugar de un ranking.
Nadie había logrado amenazar el dominio histórico de Steffi pero Djokovic ha puesto las cosas en orden. Ha sido suficiente con encontrar la estabilidad en la temporada, en encontrar la calma tras la anomalía provocada por la pandemia y los condicionantes a los que vio sometido su plan por las exigencias de cada país por las restricciones del virus, por las vacunas, para normalizar el panorama competitivo.
Recuperó el número uno Djokovic el pasado 30 de enero, nada más ganar el Abierto de Australia que esta vez, en este 2023, sí pudo disputar para dejar atrás la dolorosa vivencia de un año antes en Melbourne. Cuando fue retenido en un hotel de la capital australiana y después expulsado del país.
No olvida todo lo ocurrido el jugador de Belgrado que hace un mes igualó a Rafael Nadal como el que más Grand Slam ha logrado en la historia. Veintidós cada uno. Igual que Graf, solo uno menos por ahora que la estadounidense Serena Williams y dos por detrás que la australiana Margaret Court, la deportista que más ‘majors’ acumuló a lo largo de su carrera.
Apunta el serbio hacia lo más alto de siempre. Tiene a tiro los logros de la menor de las Williams y de Court en un año donde aún tiene Wimbledon y el Abierto de Estados Unidos por delante, escenarios en los que se desempeña a su antojo. También Roland Garros, terreno que parece acotado a Rafael Nadal, el otro superviviente legendario en el mundo del tenis.
Porque nadie más parece capaz de poner en cuestión la autoridad de estos dos gigantes del deporte. Carlos Alcaraz, Jannik Sinner, Holger Rune o Felix Auger Aliassime son las principales amenazas. Hombres que han atravesado a la generación intermedia, la formada por Alexander Zverev, Daniil Medvedev o Stefanos Tsitsipas, a los que no les alcanza para derribar a los supervivientes del big three y a los que se les agota el tiempo.
Djokovic tiene ante sí el reto de los Grand Slam y también otros pendientes que pueden caer por su propio peso. Como el jugador más veterano en el número uno. A sus 35 años y ocho meses, está cerca de Federer que estuvo durante un tiempo en la cima con 36 y diez meses.
El serbio ya ha dado caza a Graf como el atleta que más tiempo ha estado en el número uno. Atrás dejó hace tiempo a Martina Navratilova, que se mantuvo 332 y también a Serena, que llegó a dominar durante 319 semanas. Más lejos están Roger Federer, que alcanzó las 310, o Pete Sampras, que duró 286. Nadal, el otro que sigue en activo, queda lejos. Acumuló en su momento 209.
En cuanto al global de trofeos ATP, Djokovic aún tiene trabajo por delante. Nuevos retos. Lleva 93 en su trayectoria el serbio que pronto puede igualar a Lendl, con 94. Aunque más distante está Roger Federer que se retiró con 103 títulos levantados y más allá, aún, el estadounidense Jimmy Connors, el jugador que más éxitos acumuló en el circuito durante su carrera, con 109.
Lamenta Djokovic, no obstante, no contar con el fervor popular que alienta a Nadal casi siempre o la admiración que siempre ha generado Federer en su carrera. A pesar de poder convertirse en el mejor de la historia no termina de calar en el aficionado el balcánico. No da la sensación de poder ser cercano con el seguidor el número uno del mundo, del que se sospechó, incluso, de exagerar una lesión en el último Abierto de Australia.
La polémica le acompaña. “En los próximos días lo contaré todo. He decidido dar una rueda de prensa”, anunció horas atrás el serbio que tiene asuntos pendientes, sensaciones por explicar. Vivencias que comentar.
Fuente: ESPN